Para recordar: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, ¿pero qué es esto entre tantos?” (Juan 6:9).
Hace muy poco, en numerosas partes de Venezuela, a través de los Consejos Comunales, se está vendiendo una bolsa de comida. Consideramos que esta actividad es loable y sabemos que esto lleva mucho trabajo, logística, pero no es sostenible en el tiempo, por ello lo observamos con cierto escepticismo.
Previamente, las familias deben ser censadas. Y preguntamos: ¿Le venden a los puros censados? ¿Usted necesita todo lo que trae la bolsa? ¿Qué sucederá con los alimentos que le “sobren”, que no quiera o que no necesite? ¿Venderá lo que le “sobra”? ¿La bolsa cumple con una alimentación balanceada? ¿Está disponible cuando la necesitamos o cuando el gobierno no las provea? ¿Usted tiene opción de escoger?
Por esta y otras razones, no creemos que esta sea la solución para acabar con las colas; tampoco con los llamados “bachaqueros” ¿No será esto otra forma de colocar lo que llaman “un bosal de arepa”?
Hace algunos años, se preguntó en: es.answers.yahoo.com, sobre lo que significa “un bosal de arepa”. Seleccionaron la mejor respuesta: Un bozal de arepa, significa “darle algo a alguien, cualquier cosa, cualquier menudencia, a cambio de que no haga, ni diga nada en contra de quien se lo da”. En este caso, la bolsa de comida, la están vendiendo.
En la época que vivió Jesús, el Hijo de Dios, poco antes de celebrar la pascua judía, el Maestro les estaba predicando a unos cinco mil hombres y según Colmenarez, Gelves y Gómez (2.010), una familia se compone de “cinco personas de las cuales dos trabajan” (problemaseconomicoscestabasica.blogspot.com), entonces pudiéramos calcular unas 25 mil personas judías a quienes darle de comer.
Los discípulos le plantearon a Cristo que debían despedir a la gente, pero Él, sabiamente, les presentó el reto de buscar la solución, evitando que los presentes se fueran sin comer: 1) Tristemente dichos discípulos y parte del pueblo veían a Jesús como el rey esperado que terminaría con todos los problemas. 2) Con el relato de la multiplicación de los panes y los peces, que encontramos en Mateo 14; Marcos 6; Lucas 9; Juan 6, nos damos cuenta que estos discípulos tenían un serio problema y tan solo habían encontrado a un joven con cinco panes y dos pescados. 3) A pesar que el pueblo no entendía la misión pasajera de Cristo, Él bendijo aquella comida normal de pescadores, por medio de un milagro, permitido por su Padre celestial, lo multiplicó, se saciaron todos y sobraron 12 cestas de ese alimento.
Cristo fue visto y ha sido la solución para la humanidad, tal como está escrito en Juan 6:14. Del libro “El Deseado de Todas las Gentes”, capítulos 39, 40, 76, Elena de White, presenta aspectos interesantes: 1) Recogieron doce cestas. Con esto, Jesús nos enseña a no desperdiciar nada. 2) El joven de los panes y peces estuvo dispuesto a compartir. 3) El Salvador, no solo quiere saciarnos del alimento físico, sino del espiritual. 4) A pesar de la maléfica intervención de los sacerdotes y parte del pueblo, cumplió su misión hace unos 2 mil años. 5) Actualmente, Jesús está en el cielo y junto a su Palabra, representa el Pan de vida, pero viene pronto para ejecutar el plan final de Salvación y vivir eternamente con Él, donde no necesitaremos más: Una bolsa de comida.
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