“Las colas empeoran y cada vez compramos menos”. Esta fue la expresión de Rosalinda Figueredo, dama de la tercera edad, mientras se formaba en una cola para comprar dos bolsas de jabón y dos paquetes de pasta.
Consumidores en Barquisimeto, denuncian que se forman desde muy temprano en las colas, pero que la compra ya no es tan provechosa como antes: “Sólo nos venden uno o dos productos… Tenemos que esperar otra semana para volver al abasto”, dijo la dama, quien apuntó que “cada vez hay menos comida en la calle”.
A pesar de ello, los ciudadanos se mantienen en la cola, porque “quieren comprar” los productos de primera necesidad. No los limita el clima o un corte eléctrico por el Plan de Distribución de Cargas, igualmente, esperan a ser atendidos, incluso cuando les dicen que ya no queda mercancía para vender.
Denuncian que en Barquisimeto, la adquisición de productos de primera necesidad se ha vuelto más compleja, ya que a los puntos de venta “llegan autobuses de Yaritagua y San Felipe, con 21 personas o más, que quieren comprar comida porque en otras partes no hay… y eso hace que todo sea más difícil para uno”.
Asimismo, reprochan que el “bachaquero” siga en la colas y no se haga nada para evitarlo.
En este sentido, comentan que en kioskos cercanos a los abastos y supermercados, también se venden estos productos a precios especulativos, bajo la vista de efectivos de la Guardia Nacional. No obstante, sigue sin haber un “verdadero control” de la reventa como actividad ilícita.
Más de lo mismo
Consumidores como Figueredo y Carlos Yépez dudan que las colas se terminen sólo con la venta de bolsas de alimentos por parte del gobierno.
Dicen que “son más de lo mismo” y que el “aprovechamiento del más vivo continuará”.