A un lado del anexo femenino, se encuentran al menos 600 privados de libertad del centro penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana.
Están distribuidas en dos áreas en donde los colocaron de forma improvisada. Allí está el llamado Hospitalito, donde mantienen a los reos heridos, a los enfermos de cuidado; y además colocaron a los detenidos de la tercera edad, los que presentan alguna discapacidad, los que trabajan, así como aquellos que se encuentran recluidos por violaciones, actos lascivos, los homosexuales y a los que rechazan por alguna razón.
No existe espacio para dormir. Han colocado en el piso en la parte de afuera algunas sábanas que sirven como techo y las colchonetas han corrido con suerte pues no ha llovido, comenta un familiar que no quiso identificarse. Además andan descalzos porque muchos perdieron sus pertenencias dentro del penal.
Trascendió que ayer en la mañana llegó el Plan Cayapa a Uribana, pero no atendían a todos, sólo algunos serían los elegidos.
No les dan respuesta
Carlos Paredes, ex reo y coordinador del Comité Contraloría Social al Sistema Judicial de Lara, se encontraba en las afueras del penal, solicitando una reunión con sus ex compañeros de celda, pero nadie le daba respuesta.
Responsabiliza a los administradores de justicia del país, al propio presidente de la República y al defensor del pueblo, Tareck William Saad, a quienes les han solicitado audiencias y no han respondido.
Paredes asegura que todos esos funcionarios están al tanto de la grave situación de los privados de libertad, que es la constante violación a sus derechos humanos, así como a su debido proceso, y sin embargo hacen caso omiso. La última respuesta que tuvieron es que canalizarán todo a través del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, que, dijo, tampoco les ha dado la cara.