LISBOA, Portugal (AP) — El líder del principal partido de oposición en Brasil opinó el jueves que la asediada presidenta Dilma Rousseff está perdiendo poder en medio de un escándalo de corrupción que está comprometiendo su capacidad para sacar al país más grande de América Latina de su peor recesión en décadas.
«Lo que vemos que sucede en Brasil es que el gobierno ha perdido su legitimidad, la capacidad de dirigir al país», dijo el senador Aecio Neves, líder del Partido Social Democracia durante una vista a Lisboa, Portugal.
El proceso hacia un juicio político, iniciado por las acusaciones de que el gobierno de Rousseff violó nomas fiscales, ha erosionado el apoyo político de la mandataria y le ha dificultado aprobar leyes que permitan mejorar la economía.
Rousseff ha dicho que ella no cometió ningún delito que amerite su destitución, pero los que integran su coalición de gobierno la están dejando sola. El Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más grande de la coalición, anunció el miércoles que dejaba su alianza.
«No hay salida fácil», agregó Nieves, quien perdió por poco margen ante Rousseff en la segunda vuelta presidencial de 2014.
El vicepresidente Michel Temer es el primero en la fila para asumir la presidencia en caso de que la mandataria sea destituida. Neves dijo que su partido desea que Brasil mantenga el calendario de las elecciones presidenciales en 2008 e insistió en que un gobierno interino de Temer estaría integrado por los mejor calificados, no con los leales a un partido.
Neves participa en una conferencia de tres días en la escuela de leyes de la Universidad de Lisboa. El evento casi siempre opaco atrajo atención esta vez porque incluyó a otros participantes brasileños que son vistos como opositores a Rousseff. Estos incluyen el juez de la corte suprema Gilmar Mendes, quien hace poco bloqueó el nombramiento del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva al gabinete y el senador José Serra, aliado de Neves.
Unas 50 personas, la mayoría brasileños, protestaron afuera de la universidad contra el proceso judicial a Rousseff y acusaron que la democracia de Brasil está siendo secuestrada por políticos sin escrúpulos.