1080 privados de libertad del Centro Penitenciario David Viloria (Uribana), permanecen en un galpón que está ubicado, en la entrada del penal, hacia la parte izquierda, en lo que era el área de visita de niños. El mismo tiene capacidad para 300 personas y los privados de libertad fueron instalados allí desde el martes 22 de marzo, que acabaron con el secuestro de 16 funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios.
Un privado de libertad que se comunicó con EL IMPULSO asegura que continúan con el mismo régimen solo que ahora están peor que antes. Manifiesta que en dicho galpón que tiene capacidad para 300 personas están más de mil reos, asegurando que en un principio eran más pero fueron sacando a las personas enfermas, a los discapacitados, a los de tercera edad, reos que están detenidos por violaciones o actos lascivos, a los homosexuales y los presos trabajadores, se estima que llegan a los 600, quienes se encuentran en otra parte.
Fueron 200 los trasladados, hacia Tocorón, estado Aragua y Tocuyito, estado Carabobo.
Todo igual
El martes 22 que terminó el secuestro y se hicieron los traslados de quienes los pidieron, los reos fueron ubicados en el área de la pista en bóxer, se procedió hacerles una requisa para ingresar al galpón en donde están ahora.
“Mientras estuvieron los funcionarios de Caracas todo estuvo bien, nos pasaron las tres comidas se varió le menú, pero desde que se fueron la situación está igual. Las porciones de comida que nos sirven son como para niños de 5 a 6 años, nos dan una arepa de desayuno, de almuerzo arroz, en ocasiones acompañado de guiso, en la cena arepa o arroz. Nosotros estamos claros que no nos pueden mantener, pero pedimos que dejen que nuestros familiares nos traigan la comida”, indica el recluso, quien prefiere mantenerse en el anonimato.
“Hasta ahora no nos han dado ninguna respuesta queremos saber que va a pasar con nosotros. Estamos en el mismo régimen pero peor, ahora nos encontramos más hacinados que nunca, antes convivíamos en una celda para dos con cinco personas, pero imagínate ahora un espacio para 300 con más de mil presos”, explica el privado de libertad.
Según manifiesta el reo, se sienten burlados por las autoridades, porque sus peticiones del cese de los maltratos, de ser respetados sus derechos humanos, de recibir mejor alimentación y que se garantizarán los servicios básicos en el penal son simples y pueden ser cumplidas por el Ministerio de Servicios Penitenciarios. Indica que son seis torres que existen en el penal y no todas fueron destruidas durante la situación, no son trasladados hasta ellas, porque la excusa que dan los funcionarios es que no existe presupuesto para repararlas; “porque no, nos ubican en las torres que no fueron dañadas, estamos aquí muy mal”, asegura el reo.
El mismo informó que a las 10 de la mañana de hoy se convocó a una reunión en la plaza Bolívar con todas las personas que tengan familiares en Uribana y hacen extensivo el llamado a los diputados de la Asamblea Nacional para que conozcan la situación actual de los reos, lo que quieren es verdadera respuesta. Enfatizan que no quieren un penal abierto como señala la ministra Iris Valera, simplemente piden sean trasladados, se lleven a cabo sus procesos judiciales y el cese de los maltratos.
Enterraron las armas
Por otra parte un funcionarios del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, que no quiso ser identificado confesó que dentro del penal hay armas, saben que no están en manos de los presos, pero si escondidas dentro del centro penitenciarios, entre ellos algunos revólveres y unas pistolas que fueron visualizadas por los mismos efectivos desde las garitas, así mismo la cantidad de tres granadas y creen que parte del C4.
Indican que desde el propio Ministerio se dio la orden de no pasar adentro del penal, pues temen que los reclusos que fueron trasladados que eran los que tenían en su poder las armas hayan dejado especies de trampas que pudieran causar daño al resto de la población reclusa y a los mismos funcionarios.
Los custodios tienen contacto con los reos que están en el galpón, pero ellos tampoco pueden pasar dentro del penal, los presos solo salen a retirar la comida y regresan.
El funcionario indica que esperan las instrucciones para ver si van a desalojar a todos los presos del penal, para ellos proceder hacer la revisión completa con expertos de explosivos, porque durante la requisa solo recuperaron cuatro armas pertenecientes a los custodios que fueron secuestrados.
Asegura el efectivo que el preso que negoció todo es el compañero de actos delictivos de “Richardi” quien es pran de Tocuyito, el mismo fue trasladado a dicho penal, así mismo estaba Carlos “El Zorrito” y “El Bebe”, también trasladados a penales abiertos. Supuestamente estos reclusos antes de irse “cantaron una luz”, conocido en el largo penitenciario como que dieron una orden y de allí fue que se escondieron las armas.
Por el caso de Uribana ya dos custodios se encuentran detenidos por el pase las granadas y explosivos, se están investigando la participación de tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Así mismo desde el Ministerio Público no tienen certeza de la presencia del C4 dentro del penal, pero presumen por las heridas que presentó el cuerpo del custodio Edgar Marín Bracamonte, porque las quemadas que presentó en varias partes del cuerpo son consistentes con la de C4, además se conoció que de ser una granada, el radio de acción de la misma fuera sido mayor.