Un tribunal de Chipre ordenó el miércoles la detención durante ocho días de un ciudadano egipcio que admitió secuestrar un vuelo nacional operado por la aerolínea EgyptAir y desviarlo a la isla mediterránea amenazando con inmolarse con un cinturón bomba falso.
El fiscal policial Andreas Lambrianou dijo el miércoles que el sospechoso, al que las autoridades chipriotas y egipcias habían identificado antes como Seif Eddin Mustafa, de 59 años, enfrenta varios cargos que incluyen dos de secuestro, tenencia ilegal de explosivos y amenazas para cometer violencia.
La juez Maria Loizou dijo que considera que la petición de la policía para ampliar la detención al máximo permitido de ocho días era necesaria por el riesgo de huida del sospechoso y el hecho de que admitiera voluntariamente haber secuestrado la aeronave en su declaración.
El dramático secuestro del martes terminó de forma pacífica cuando la policía detuvo al sospechoso tras la liberación de las 72 personas, entre pasajeros y tripulación, que iban a bordo del Airbus A320. La policía dijo que, además de los ocho miembros de la tripulación y 56 viajeros de varias nacionalidades, en el vuelo había además ocho empleados de EgyptAir en calidad de pasajeros.
Según Lambrianou, tras su detención el sospechoso dijo a la policía: «¿Qué se supone que tiene que hacer alguien cuando no ha visto a su mujer e hijos en 24 años y el gobierno egipcio no le deja?».
Un esposado Mustafa hizo una «V» con sus dedos, la señal de la victoria, desde la ventanilla de un auto policial a la salida del tribunal de Larnaca tras la vista.
Funcionarios de Chipre describieron a Mustafa como «psicológicamente inestable» tras presentar una extraña serie de demandas a los negociadores de la policía, incluyendo lo que Lambrianou dijo que era una carta para su exesposa chipriota en la que pedía la liberación de 63 mujeres disidentes encarceladas en Egipto.
Según explicó Lambrianou, 15 minutos después de que el vuelo MS181 despegara de la ciudad costera de Alejandría con dirección a El Cairo, el sospechoso exigió que la aeronave se desviase a algún aeropuerto en Grecia, Turquía o Chipre. El avión aterrizó en Larnaca después de que los pilotos advirtieran que tenían poco combustible, aunque las autoridades chipriotas le habían denegado inicialmente el permiso.
El fiscal policial dijo que testigos vieron al sospechoso vestido con un cinturón blanco alrededor de la cintura, con objetos cilíndricos en los bolsillos. Los cables que salían de esos cilindros iban hasta lo que parecía un detonador de presión que el sospechoso sostenía en su mano.
Entre ellos estaba Ben Innes, un británico que se tomó una foto con Mustafa que pronto se volvió viral en internet.
Innes contó al diario The Sun que quería tomar «el selfie de su vida» mientras el secuestro seguía aún en marcha. En la imagen, tomada por un miembro de la tripulación de cabina y compartida en medios sociales por gente que conocía al británico, aparece posando junto a Mustafa, que lleva la chaqueta abierta para mostrar el cinturón explosivo falso.
«Pensé que si la bomba era real tampoco tenía mucho que perder», dijo Innes, de 26 años, en una información publicada el miércoles, agregando que se estuvo mensajeando con su madre durante el secuestro.
Mustafa había amenazado con hacer explotar el cinturón si la policía intentaba «neutralizarlo», apuntó Lambrianou, pero finalmente se rindió tras liberar a los pasajeros y la tripulación.
En el cinturón no se hallaron explosivos, salvo un recipiente lleno con un líquido no identificado, agregó. La policía encontró además un líquido no identificado en la mochila del sospechoso además de numerosos documentos escritos en árabe.
Las autoridades chipriotas pedirán ayuda a la Interpol para determinar cómo hizo el sospechoso para pasar el cinturón bomba falso por la seguridad del aeropuerto en Egipto, explicó el fiscal.