Luis Manuel Seijas estará de regreso en la titular de Venezuela, después de perderse el anterior duelo -frente a Perú- por sanción. El mediocampista carabobeño, que vive una dulce actualidad con el Santa Fe colombiano, dejó atrás las dolencias en el cuello que le habían impedido entrenarse con normalidad los días previos al crucial desafío de esta noche frente a Chile y quedó listo para la acción.
Su presencia aporta manejo de juego y experiencia, capacidad para sortear situaciones críticas, algo que, según el mismo jugador, va a necesitar la Vinotinto para sumar los tres puntos frente al combinado austral. En su opinión, es necesario tener máxima concentración, de principio a fin, para que la historia no se repita y Venezuela pueda festejar su primer triunfo en el ciclo clasificatorio para Rusia 2018, a sabiendas del potencial que tiene Chile, con su dupla Alexis Sánchez-Arturo Vidal.
“Hay que plantear un partido inteligente”, advirtió Seijas de entrada, consultado por periodistas en Barinas. “Sabemos que Chile no es cualquier equipo, tiene jugadores en clubes top (importantes) del mundo y si no estamos concentrados nos puede pasar lo mismo que ante Perú”, agregó el valioso jugador, que puede jugar en la primera línea de volantes o más adelantado, en la zona de creación.
El duelo ante los chilenos supone para la oncena nacional una última oportunidad para montarse en el tren de la esperanza, aunque los resultados de las cuatro primeras jornadas le dejaron prácticamente herida de muerte. Y además, hay una especie de espinita clavada con La Roja, rival que ejerce un auténtico yugo sobre la Vinotinto, al punto de que solo ha perdido dos juegos en 24 encuentros de historial. Es decir, hay un doble propósito en el duelo de hoy.
“Ante Chile es un partido complejo, en los últimos años siempre nos ha costado, pero es un lindo momento para sacarse ese yugo”, destacó.
El clima no incide
A juicio de Seijas no puede ser visto como el clima de la calurosa Barinas como un factor de ventaja, porque, al igual que los chilenos, muchos de los jugadores criollos lo pueden padecer por jugar en países de temperatura frescas o fría.
“El clima es duro, pero al final esto es para los dos. Las veces que hemos traído a Chile a Puerto La Cruz por el calor, el clima nos terminó afectando a todos, entonces creo que juega muy poco en esto”, anticipó para restarle impacto a la hipótesis de que el calor de Barinas, el “infierno” como le llama la prensa chilena, tendrá peso en el terreno de juego.