En Venezuela sigue vigente la traición de Judas Iscariote. Como cada Domingo de Resurrección la población venezolana sacó a pasear su muñeco de Judas y lo exhibió por las calles de cada poblado, hasta que llegó el momento de la quema.
Aunque Judas sea símbolo de traición y engaño, es la idiosincrasia del venezolano la que no deja morir esta práctica, y es que la propuesta toma fuerza, no sólo por el atractivo y componente alegórico, sino también por la oportunidad que representa de metafóricamente castigar o reprochar a algún personaje público sus faltas contra el pueblo o como algunos lo llaman “su traición”.
Los personajes políticos suelen ser los más representados, como el exhibido ayer en la calle 17 con carrera 9 de Pueblo Nuevo. Un muñeco de trapos, vestidos con una franela roja identificada con el logotipo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Algunos vecinos manifestaban que se trataban del presidente Nicolás Maduro, quien “no ha hecho nada para acabar las colas”.
El muñeco que permaneció hasta las 7:30 de la noche, momento cuando fue quemado, en la avenida Fuerzas Armadas con calle 29 de Barquisimeto, también personificaba al mandatario. Su rostro tenía una foto del presidente Nicolás Maduro, a quien la comunidad le reclamaba por al escasez de alimentos y medicinas.
Así lo explicó José Hernández, responsable del acto, quien colocó alrededor del muñeco cajas y envases vacíos de productos que han escaseado en el mercado.
Apuntó que realizan la quema porque es tradición. Tienen 7 años celebrándola y en ocasiones anteriores disfrazaron al muñeco del fallecido presidente Hugo Chávez, de la exalcaldesa Amalia Saez y del actual mandatario, Nicolás Maduro.
-De esta manera nosotros, como comunidad, le reclamamos al presidente porque no hay alimentos, no hay medicinas… Pasamos mucho trabajo haciendo colas.
El bachaquero fue quemado
En búsqueda de esa justicia popular que reclama el pueblo, también quemaron al Judas “bachaquero”. Fue el muñeco más popular de la tradición, también calificado como “traicionero”.
“Los bachaqueros son traicioneros del pueblo, al vendernos los productos tan caros. Ellos hacen que esta crisis sea peor. Nosotros apoyaríamos el trueque, pero no el bachaqueo y la especulación”, manifestó Rubén Rodríguez, en la calle 16 del Barrio Ajuro.
Los carteles que acompañaban algunos de los muñecos, expresaban que el “único motor que ha promovido el gobierno ha sido el del bachaqueo”.
Se suman a la tradición
Desde las 6:00 de la tarde y hasta las 7:30 de la noche se celebraron las quemas de Judas en Barquisimeto, un atractivo popular que fue acompañado por las comunidades, que apoyan la práctica no sólo con su presencia, sino también con pequeños aportes monetarios a objeto de adquirir los fuegos artificiales para la celebración de la quema del muñeco.
El origen de la tradición
En Venezuela la tradición de la quema de Judas, tiene varios años. Aunque se practica con mayor fuerza en los pueblos venezolanos, las capitales también han adoptado esta para formular sus reclamos.
Se dice que la tradición inició en Cumaná, en 1499. En esta oportunidad fue representado por Américo Vespusio, por haber engañado a los indígenas con espejitos y barajitas a cambio de oro y perlas. También hizo que le construyeran la embarcación a bordo de la cual se fue y nunca regreso.
En repudió de dicho acto, los indios habrían fabricado un espanta pájaros y lo colocaron en la Barraca de Don Américo. Allí le prendieron fuego. Luego de ello, cada vez que algún personaje público los traicionaba, esperaban su caída y lo judaizaban.
Algunos textos aseguran que el primer Judas de Caracas se quemó en 1801 y aunque no se conoce con exactitud donde inició la tradición en el estado Lara, esta sigue vigente y cobra fuerzas no sólo en los pueblos, sino también en la capital.