Ella se inicia en el judo continuando el legado familiar; él por su parte comienza a practicarlo de manera accidental. Actualmente, ambos son selección nacional de Venezuela, campeones internacionales y digno ejemplo del talento criollo que vive con pasión los tres colores de la bandera y sus ocho estrellas, entregando lo mejor en cada competencia y con ideales siempre en mente para seguir adelante
Si se trabaja con dedicación y esfuerzo por alcanzar una meta, el éxito está garantizado. Es precisamente este resultado, el que ha acompañado a dos jóvenes talentosos a lo largo de su corta vida, quienes movidos por sus ganas de crecer en la práctica de esta disciplina, han sabido orientar sus esfuerzos para ser merecedores de grandes reconocimientos, que los han llevado a escenarios internacionales representando con mucho orgullo a nuestro maravilloso país.
Andrea Gómez y Armanto Maita son los protagonistas de este reportaje, donde compartimos algunas vivencias, anécdotas y el compromiso de lo que significa como joven, representar a Venezuela en un evento internacional de judo en la modalidad de combate.
Porque todavía existen muchas razones por las cuales creer en nuestra gente, conozca más sobre ellos…
Siempre decidida a ganar
“Iba al gimnasio desde muy pequeña, pero la primera competencia en la que participé fue a los seis años, obteniendo satisfactoriamente el primer lugar en mi categoría”, comenta Andrea Elena Gómez Rojas, larense y barquisimetana, quien confiesa haber sentido una gran atracción por el deporte, que mermó durante un tiempo, pero que se mantuvo en su ser y logró aflorar nuevamente a partir de los 16 años.
En este sentido, a pesar de la influencia indirecta que sus padres pudieron ejercer sobre ella por estar involucrados al mundo del judo, siempre desarrolló habilidades para la práctica de esta disciplina, demostradas con medallas y trofeos obtenidos en diversos encuentros de corte regional, nacional e internacional.
Fuera del país, la primera oportunidad para demostrar su talento y resultar campeona fue en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, realizados en Puerto Rico, luego de haber sido seleccionada para representar a el país por medio de chequeos y diversos encuentros con atletas de diversas partes de Venezuela, que la acreditaron como Campeona Nacional Juvenil, preparada para integrar inmediatamente las listas de selección adulta por las cualidades que tenia.
A partir de ese momento, Andrea ha logrado visitar naciones como Argentina, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Estados Unidos, Francia, Alemania, Hungría, República Checa y Japón, este último recordado de manera especial, pues en su capital (Tokio), tuvo la oportunidad de conocer el Kodokan, sede central de la comunidad del judo donde se ofrecen clases teórico-prácticas y que guarda un especial significado para todos aquellos que comparten la pasión por esta arte marcial, pues fue precisamente allí donde se inició.
Finalmente, con 22 años y un sinfín de metas por cumplir, esta triunfadora espera continuar apostándole a su pasión, preparándose este año para poder seguir levantando la bandera tricolor en el próximo Campeonato Panamericano a efectuarse en Cuba.
Con una meta definida
Por otro lado, Andrea siente una profunda admiración por su novio Armando José Maita Gómez, quien también con apenas 22 años tiene un interesante camino recorrido en el mundo del judo, siendo actualmente Subcampeón Mundial y el primer hombre en obtener una medalla mundial practicando este deporte.
Nacido en Los Teques estado Mirando, pero residenciado desde hace algún tiempo en tierras crepusculares, este atleta afirma que la clave del éxito es la perseverancia y el entusiasmo, para dar lo mejor por encima de cualquier cosa. Sus comienzos en el mundo deportivo fueron por coincidencia, pues de niño comenzó a practicar sambo y por medio de él, llega a la disciplina que practica hoy en día.
Su primera competencia fue un chequeo estadal, donde obtuvo el primer lugar dentro de su categoría; a partir de allí, el éxito siempre ha estado del lado de este joven, que continuó quedando campeón en diversos encuentros realizados en casa, para posteriormente catapultarse fuera de nuestras fronteras.
Como deportista de la categoría adulto, ha visitado diversos destinos entre los que destacan: Colombia, México, Brasil, Estados Unidos, Corea y Eslovenia; país donde en el año 2013 obtuvo el reconocimiento como Subcampeón Mundial Masculino, que lo convirtió en el primer medallista venezolano en judo. Sin embargo, la humildad queda demostrada en sus palabras cuando comenta que a pesar de los premios, le falta mucho por crecer.
En este sentido, el entrenamiento permanente no debe faltar y Armando dedica gran parte de su tiempo a una preparación completa dirigida por Gerardo Gómez, padre de Andrea, quien intensifica la preparación cuando se acerca algún torneo. Así mismo, compite sanamente con grandes amigos, que lo incentivan a superarse y desafiar sus propios límites, desarrollando la madurez psicológica, como buen deportista de alto rendimiento.
Entre los planes venideros de estos talentos del judo, se encuentra la consolidación de un dojo para iniciarse en la enseñanza de esta disciplina; así como abrir espacio para la formación profesional en el área académica vinculada al deporte; y más adelante, unir sus vidas para formar una familia, continuando el legado en el mundo del deporte y entregando siempre el corazón.
Así mismo, invitan a todos los jóvenes con intereses en deportes como éste, a practicarlos sin limitación alguna. El éxito, es de todos aquellos que están dispuesto a conseguirlo.