Las fuerzas sirias, respaldadas por bombardeos rusos, expulsaron de la ciudad histórica de Palmira a combatientes del grupo Estado Islámico, acabando con 10 meses de terror que reinaron en este poblado de 2.000 años que era visitado por miles de personas cada año, informaron fuentes militares y activistas el domingo.
Las tropas del gobierno sirio llevan casi tres semanas en una ofensiva para tratar de retomar la ciudad, donde hay ruinas que datan de la época del Imperio Romano. En Siria, Palmira es conocida como «La Novia del Desierto» y cayó en manos de los islamistas en mayo de 2015. El avance de las tropas sirias representa una nueva derrota para el Estado Islámico, el cual está bajo presión en diferentes frentes en Irak y Siria desde hace algunos meses.
El general Ali Mayhoub anunció en la televisión estatal que la caída de Palmira «propina un golpe fatal a Daesh, mina la moral de sus mercenarios y acompaña el inicio de su derrota y retiro», dijo haciendo referencia al nombre en árabe del grupo extremista. Agregó que se esperan mayores avances hacia Raqqa, la capital de facto del Estado Islámico, y Deir el-Zour, una ciudad en el oriente que prácticamente tiene bajo su control.
Una fuente militar, según la televisora estatal, dijo que «las fuerzas armadas y grupos populares de defensa han tomado pleno control de Palmira». Los comités de defensa popular son milicias aliadas con el gobierno.