Al intentar retomar los hilos de los últimos días, facturados en blanco en lo noticioso por el cierre involuntario de medios impresos del país debido a la aguda situación existente con el papel a utilizar, la frase que mejor se acuña, en intento de superar la opacidad, no puede ser otra que la del maestro Fray Luis de León, quien, después de cinco años de cárcel al momento de acercarse de nuevo a sus alumnos, en frase imborrable manifestó: “decíamos ayer…”
Sí, decíamos ayer que Venezuela tenía todo a su favor para quedarse con el título continental de la categoría sub17, tarea que desarrolló casi a su antojo en el estadio Metropolitano de La Campiña en Cabudare, con el corolario de un gol de antología de Deyna Castellanos, una de sus baluartes, quien, en medio de un par de rivales metió la punta del zapato ante el balón enviado por Daniuska Rodríguez, se hizo el autopase por arriba de ellas, y sabedora de lo que hacía, con una media vuelta de gacela, remató luego en forma contundente para que viniera el delirio de un colectivo superior a las 41 mil almas que plenaron todo los rincones del escenario palavecinense, situación singular en el fútbol que funciona bajo la égida de la abatida Conmebol.
Brasil, otro país en revueltas de orden político, apesadumbrado por la recurrente corrupción fue el vencido y lo hizo sin bajar los brazos, fiel a su casta trasvasada de categorías superiores y género diferente.
Las conducidas por el panameño Kenneth Zseremeta ahora lucen un par de banderines consecutivos para ser la referencia del fútbol nacional en todas las instancias, y más ahora cuando la expresión máxima, la Vinotinto de mayores sufre traspiés en las eliminatorias hacia Rusia 2018, como el del pasado jueves por la noche en Lima, cuando no tuvo la solvencia necesaria en los últimos minutos para aguantar un marcador que le era favorable 0-2.
Días antes, las bicampeonas continentales, al disponer de Paraguay 6 goles por 2 habían sellado el pasaje al Mundial de la categoría que habrá de darse este año en territorio de Jordania, junto a Brasil y Colombia, los otros clasificados.
Tampoco es extraña la hoja de rutas mundialistas porque en esa misma categoría, también bajo la conducción del timonel panameño Szeremeta, Venezuela en la cita ecuménica de la categoría cumplida en el año 2014 en Costa Rica incursionó por primera vez y logró filtrarse hasta la fase de semifinales, en la que cedió 4-1 frente a Japón. Al momento de subir al podio deslizó 0-2 en el cobro de los penales después del 4-4 en el tiempo reglamentario ante Italia, para concluir en la cuarta casilla. Histórico.
En esa oportunidad, Dayna Castellanos y Daniuska Rodríguez dejaron aflorar parte de sus condiciones y habilidades, remarcadas ahora en alto relieve. Castellanos, llena de fuerza en su desempeño y condiciones innatas para la puntada final concluyó ahora como la mejor anotadora (12), arriba de la paraguaya Jéssica Martínez (10), mientras que Rodríguez, virtuosa en los espacios pequeños finalizó con nueve (9) asistencias para comandar ese renglón.
Una tercera jugadora, vital en los momentos de apremio, como sucedió ante Brasil, Nayluisa Cáceres, se entreveró entre Castellanos y Rodríguez para concluir en el hipotético once ideal de todo el torneo, siendo además la menos batida al encajar apenas tres goles en todos los compromisos.
Ahora, con vista al futuro, el cual luce pletórico en ilusiones, las campeonas, después de un descanso emprenderán de nuevo la preparación adecuada en el intento de refrendar con máximos honores la batalla de una generación que pareciera, en definitiva, conocer las vetas doradas de un cita que pudiera estar al alcance de la mano.