La retrospectiva del artista plástico se presentó en el Ateneo de Cabudare y cerró sus puertas el 20 de marzo. D’Abreu con más de 45 años como creador, mostró un recorrido por una propuesta variada, impregnada de historia, caminos y querencias
Entrar a la sala de exposiciones Jorge Arteaga del Ateneo de Cabudare y poder disfrutar de la retrospectiva de Norberto D’Abreu, fue exactamente igual que disfrutar de una obra de teatro, era como si el telón se corriera y frente a la vista de los espectadores se presentara un mundo mágico y maravilloso, en el cual se encuentran cantos, danzas, madres, familias, rostros, la figuración convertida en pretexto para acercarnos a realidades.
“En todos los tiempos…”, fue el nombre de la exposición que se inauguró el 6 de marzo y cerró sus puertas el 20 de este mes, en que el artista se desnuda y presenta una propuesta variada: pintura, escultura, instalaciones, arte gráfico, diseño de moda, ilustración, 40 obras que representan más de 45 años de vida artística de este hacedor de sueños.
La textura, las luces, las sombras, los colores, se conjugaron para contemplar las vivencias que desde el lienzo, el papel, la cerámica, la tela, la madera, se muestran y se convierten en un verdadero acto de amor por el arte en sus múltiples expresiones.
“En todos los tiempos…, para mí ha sido muy emocionante. Sentí algo muy especial cuando vi a tantas personas acompañando y apoyando esta retrospectiva, es como cuando uno se enamora. Me he reencontrado con obras que pertenecían a personas, con las cuales he compartido nuevamente esas vivencias. En la sala hay propuestas que me llenan de orgullo”, manifestó el artista Norberto D’Abreu.
¿Cómo una propuesta local puede ser universal?
Pienso que el hombre es uno solo viva donde viva, estamos conectados. Lo que pasa es que vemos la música, la cultura de otro color, pero es única, universal, es una sola, por eso en las propuestas hay el alma de cada región. La cultura del hombre es universal, aunque sea local. Cada región, cada país tiene como maravillarnos. El arte es todo aquello que sublima el alma, dijo.
Mientras que Benjamín Terán, presidente del Ateneo de Cabudare indicó que compartir una muestra de antología, es recorrer la “memoria de un artista plástico de proyección nacional, un hombre que trabajó con una marcada influencia lusitana, gallega, venezolana, hay una identificación con la Venezuela de todos los tiempos, con ese proceso de emigración hasta nuestros días. La exposición fue una invitación a que crucemos esas calles, y podamos detenernos en cada muro, en cada esquina, para poder contrastar la memoria. Norberto D’Abreu en todos los tiempos y en el tiempo necesario, para caminar esa propuesta artística que habla de mezcla, entrega, de ofrenda, para Gisela su esposa, para sus hijos, para la vida misma”.