Luz Marina Túa es una madre muy preocupada por la suerte que pueda correr su hijo, ya que en el sector donde vive, calle 6 con avenida principal, del barrio Andrés Bello, al norte de Barquisimeto, es el único habitante que cuenta con cloacas y los vecinos no lo dejan en paz, porque quieren también que su servicio sea compartido para deshacerse de las aguas negras.
Esta es una situación muy angustiosa, dijo la declarante, porque mi hijo, Douglas Delgado, de 34 años, quien es técnico superior en hotelería al igual que su esposa, Crisbel Rivero, trabajan todos los días y no tienen descanso por las noches porque son acosados con ruidos interminables de equipos, reciben agresiones verbales y temen que las cosas lleguen a mayores.
Todo se debe a que la parcela que el profesional adquirió del consejo comunal es la única que en ese sector tiene instalada las cloacas.
Considero, expuso Luz Marina Túa, que el organismo competente en la materia tome en cuenta esta situación y proceda a dotar de cloacas a los demás habitantes del sector para que también tengan el servicio que necesitan.
No entendemos cómo fue que el servicio cloacal llegó hasta la calle 6 con la avenida Principal de Andrés Bello y no tomaron las demás previsiones para que cuando se instalaran otros vecinos en las parcelas que no habían sido utilizadas, pudieran tener acceso a las descargas de las aguas negras.
Mi hijo ha tratado en forma cordial llegar a un acuerdo con los vecinos del lugar y se ha ofrecido para acompañarlos a cualquier organismo que pueda resolver el problema, pero los afectados insisten en que ellos no pueden hacerlo.
De modo que han roto en varias ocasiones el servicio instalado y por lo tanto, nada han valido las replaraciones hechas.
Esta es una situación que no deben producirse porque Douglas Delgado compró esa parcela hace diez años y con grandes esfuerzos junto con su esposa ha hecho su vivienda para habitarla con sus dos hijos. Pero viven una tortura diaria.
