Este viernes al mediodía los privados de libertad del Centro Penitenciario David Viloria se enfurecieron, lanzaron una granada a un área del penal, hubo tres muertos y varios heridos.
Ellos quieren regresar al Uribana de antes, al “chévere” como era llamado, donde los internos tienen el control.
“Esto ya lo veníamos planeando hace mucho tiempo, nos pusimos de acuerdo entre todos, antes de lo que pasó en Fénix nosotros estábamos organizados”, dijo un reo a EL IMPULSO vía telefónica.
A nombre de sus compañeros explicó que el hambre, las constantes violaciones a los derechos humanos, los maltratos a sus familiares y los retardos procesales, avivaron los ánimos y ante la falta de autoridad, decidieron tomar sus propias acciones.
A la 1:00 de la tarde, cuando unos cien visitantes compartían con sus familiares del módulo dos, se escuchó la explosión de una granada. Los reos salieron de los módulos y tomaron como rehenes a siete personas: tres trabajadoras sociales, uno de asistencia jurídica y tres custodios.
“Queremos que venga la ministra o algún representante, queremos negociar; esto es una lucha pacífica, estamos cansados de tanta tragedia. Ellos creen que pasar una catalina, una salsa y una mayonesa es un delito; y tenemos que comernos esa comida insípida”.
El interno dijo que los rehenes estaban en un área del penal que no podía revelar pero “están bien, los tenemos resguardados en una parte segura”, aunque aseveró que no garantizaban si saldrían con vida, porque “la única manera de garantizar eso es que cumplan, que venga alguien a negociar”.
Mientras los familiares de los privados de libertad estaban afuera, contrarrestando las acciones de la Guardia Nacional Bolivariana que los mantenían a dos kilómetros de distancia de Uribana, los reclusos estaban “regados” por todo el penal. Confesaron que se las ingeniaron para salir de sus áreas y que estaban armados. “Sí, estamos armados pero con palos y piedras. Es mentira que nos descubrieron una ‘caleta’. Eso aquí ya no existe, el que disparó fue el gobierno”.
Este mismo recluso dijo desconocer la situación de las mujeres puesto que se trata de un área apartada. “Ellas no están participando en esto”.
Un custodio advirtió
Carmen Pérez, una de las mujeres que se encontraba en el área de visita, dijo que entró a las 8:00 de la mañana al penal. El ambiente estaba calmado, pero uno de los custodios, que según su testimonio parecía estar bajo efectos de sustancias psicotrópicas, cada momento pasaba y les decía que se iba «a prender la grande».
Un rato después un detenido del módulo tres pasó al área de visita y les advirtió: «¡Se prendió!» De forma inmediata el custodio le dio un cachazo, lo arrodilló y seguidamente se escuchó la detonación de la granada que retumbó en el penal.
«Todos gritaron y corrieron, la visita fue desalojada», contó Youse Quintero, quien aún cargaba el ticket en la mano para retirar la cédula.
Otras visitantes aseguraron que cuando iban saliendo observaron a un custodio tirado herido en el pabellón tres, mientras sus compañeros lo auxiliaban. Cuando atravesaron el portón de salida escucharon detonaciones. Desde las garitas estaban disparando los funcionarios, se estaban enfrentando, dijeron.
Un custodio, cuya identidad se reserva, manifestó que los reos también cargan armas, y confesó que en Uribana se había corrido el rumor de un ingreso de una granada esta semana.
Rehenes
El director de Uribana, conocido como «El Conejo», salió del penal al final de la tarde y les indicó a los familiares sobre el estado de rebeldía de los internos.
Aseguró que la situación era sumamente delicada porque había un personal secuestrado. Les pidió alejarse del área por resguardo de su seguridad y se comprometió a buscar las identificaciones de los heridos y fallecidos.
En el lugar se sentía un cúmulo de emociones. Había tristeza, nervios, rabia. Los familiares, en su mayoría mujeres, se enfrentaban al equipo antimotín y lloraban cada vez que veían pasar las tanquetas y ambulancias, pero el director del penal les dijo que no iban a arremeter contra los privados, que estaban «en conversaciones».
Hasta el cierre de esta edición los siete funcionarios del Ministerio para Asuntos Penitenciarios seguían secuestrados y la autoridad no había retomado el control de la cárcel.
La Fiscal 13 con competencia penitenciaria, Addy Salcedo, y el Fiscal Segundo, William Bracamonte, tienen el caso en sus manos.
Lista de heridos y fallecidos
Hubo tres privados de libertad fallecidos:
Eliseo Ramón Apóstol Rodríguez, producto de la onda expansiva de la granada.
Richard Alexander Giménez Rojas, por impacto de bala en glúteo izquierdo.
Alirio Antonio Pérez Pinto, por impacto de bala en el tórax.
Ocho custodios ingresaron a una clínica privada en el este de Barquisimeto, todos están estables y fuera de peligro.
1) Gervi Rodríguez esquirlas alojada en la cabeza.
2) Osmar Eduardo Cegarra Valbuena esquirlas alojada en tobillo, muslo, costilla.
3) José Serrada esquirla alojada en la cabeza.
4) Gilberto Mazzey esquirla alojada en pecho y brazo izquierdo.
5) Carlos Saavedra esquirla alojada en la garganta.
6) Joel Montilla esquirla pantorrilla izquierda.
7) Leonardo León esquirla en zona inguinal y glúteos.
8) Danny Sulbarán esquirla piernas y cuello.
Catorce privados heridos y atendidos en el Hospital Central Antonio María Pineda:
1) Josmer Díaz herido en ambos brazos por arma de fuego.
2) José Rafael Mejías Sánchez herido por arma blanca en espalda y estómago.
3) William Alfredo Perdomo Pérez herido por arma de fuego en hombro izquierdo.
5) Juan José Bracho Parra herido por arma de fuego en el glúteo izquierdo.6) Girme Antonio Colmenárez Yépez herido por arma blanca en el pulmón.
8) José Javier Jiménez herido por arma de fuego en la pierna izquierda.
9) Odulio José Aldana Sánchez dolencia en la espalda producto de la onda expansiva.
10) Manuel Enrique Rodríguez Vargas herida por arma de fuego en región facial
11) Jairo José Cordero
12) Edwin José Zabala Bonilla
13) Mendoza José
14) Alejandro Sequera