La formación de cada profesional en las distintas facultades de las universidades del país no escapa a proveer en estructura de conciencia, su rol ciudadano servidor del equilibrio y el bienestar social. En este sentido los profesionales de la comunicación social egresados de las distintas casas de estudios superiores, configuran ese contingente de hombres y mujeres que reconocen su responsabilidad y defensa de los derechos de los ciudadanos, en cualquier sociedad y régimen de gobierno.
Así lo manifestó el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, quien aseguró que los profesionales de la comunicación tienen derecho a ejercer libremente su carrera, por lo tanto invitó al gobierno nacional para que cese la persecución en contra de los medios.
«El derecho a ejercer la profesión, el derecho a acceder a la información, el derecho a informar, son los trajes que visten al derecho humano de la libertad de expresión. Los acontecimientos que se ciernen sobre los medios de comunicación en Venezuela, suman el cierre de medios televisivos, amenazas a circuitos radiales, compras de medios impresos, y televisivos para cambiar líneas editoriales que cierra posibilidades a sectores disidentes o afectados por la crisis, uso de la red pública de información como plataforma de propaganda de un partido, bloqueo a divisas para adquirir insumos de distinta necesidad técnica y la disminución de las posibilidades de informar a raíz del abrupto recorte de cesión de papel de imprenta», indicó.
Precisa que la actual realidad de los medios de comunicación social, va generando su terrible efecto dominó que despedaza las posibilidades de los ciudadanos venezolanos y socava las virtudes de la Democracia.
«Se ponen en riesgo la estabilidad derechos ciudadanos, la estabilidad de la empresa informativa y la estabilidad laboral de los comunicadores sociales que día a día van egresando de nuestras universidades», advirtió.
Finalmente la autoridad universitaria expresó su solidaridad con los trabajadores de El Carabobeño y los invitó a mantener la esperanza para que pronto regresen los ejemplares impresos a la calle.