Los trabajadores del sector salud que dependen de la Gobernación del estado Lara realizaron una asamblea en donde evaluaron los tabuladores de salarios. Luego del decreto del aumento presidencial a partir del 1ero de marzo de 2016, de 1.584 trabajadores, 936 quedaron con salarios arropados por el sueldo mínimo.
Wilfredo Escobar, presidente del Sindicato de Trabajadores de Institutos Proveedores de Salud, informó que desde siempre han mantenido buenas relaciones con la Gobernación logrando alcances importantes y tal como se planeó, el 1ero de marzo el gobernador Henri Falcón honró el compromiso del aumento del salario, pero “el personal en escala 8, 9 y 10, quedó con salario desfasado por el aumento presidencial”.
Además, estos mismos trabajadores tampoco cobrarán el cestaticket que con el aumento pasó de 6.750 a 13.275 bolívares.
En días pasados, el secretario general de gobierno Erick Valles, informó que no cuentan con los fondos económicos para cubrir este beneficio a unos 34 mil empleados que dependen de la gobernación.
Los trabajadores continuarán percibiendo el bono de alimentación pero a razón de 6.750. El presidente del sindicato dijo que “tenemos entendido que si nos pagan con el nuevo monto, alcanzaría hasta abril o mayo como máximo, sería peor”.
Por lo pronto, Escobar indicó que luego de Semana Santa viajarán a Caracas con una propuesta para solicitar recursos para un nuevo ajuste salarial y beneficios.
En la asamblea también se habló sobre el proyecto de realizar un área en el Hospital Central Antonio María Pineda para atender exclusivamente al personal de la gobernación, puesto que hasta ahora el beneficio de atención médica es deficitario, “nos toca ir a clínicas, pagar y esperar el reembolso, es mejor que ese dinero lo inyecten a este proyecto”.