Consumidores barquisimetanos dicen no tener razones para festejar. Ayer, 15 de marzo, se celebró el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores y Usuarios, pero en Venezuela, muchos, pasaron el día en una cola.
“Aquí estoy, desde las 4:00 de la mañana, esperando a que nos vendan cuatro harinas”, dijo un ciudadano, mientras aguardaba en una esquina del centro de la ciudad por su turno. Su identidad no se pudo conocer, ya que al momento de la entrevista, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se acercaron al lugar y advirtieron que si el grupo seguía declarando y permitía que les tomaran fotos no les venderían los productos.
Los maltratos por parte de cuerpos de seguridad, son la denuncia más frecuente entre los usuarios que aseguraron desconocer que se celebraba un día como este. “Uno no está pendiente de saber si hoy es día de algo, uno está pendiente es de buscar las cuatro harinitas y el kilo de pasta”, comentó otro consumidores.
Por su parte, Teresa Pérez, dijo que los guardias nacionales no velan por los derechos de los ciudadanos en la cola. “Muy por el contrario, nos maltratan”.
Relató que minutos antes de la entrevista había hecho un reclamo en un comercio, porque el combo que acaba de adquirir tenían sobre precio, pero los efectivos de seguridad le advirtieron “groseramente” que mejor se retirara.
Usuarios y consumidores de los sectores públicos y privados se preguntan: ¿Quién vela por nosotros?
Las historias de maltratos y malas experiencias son muchas. No sólo se “pasa trabajo” para comprar algunos productos a precio regulado, sino que al obtener estos bachaqueados, el dinero rinde mucho menos.
Las personas consultadas, coinciden en señalar que desean un cambio en el proceso de compra de productos y servicios, en especial para artículos de primera necesidad. Solicitan que se promuevan las condiciones necesarias para que haya comida en el mercado, que exista variedad, a objeto de que consumidores y usuarios puedan adquirirla libremente y sin controles, de la marca que prefieran, al precio que estén dispuestos a pagar y a través del medio que escojan.
Sin derechos ni garantías
Al consultarle a los ciudadanos si sienten que sus derechos como consumidores se han respetados, estos dijeron que no, que sólo se trataba de derechos violentados y sin cumplir.
Como la ya mencionada amenaza de efectivos de seguridad a los usuarios, quienes no pudieron expresar su malestar a los medios de comunicación.
Conocen sus derechos a la denuncia, a elegir, a la alimentación y a la libre compra, pero en vista de las actuales condiciones, sostienen que estos, en el presente, no tienen ningún valor.
“Si de verdad respetaran nuestros derechos como consumidores, nos trataran bien y no como si estuviésemos mendigando”, dijo Humberto Cassiani otro ciudadano encuestado.
Denuncian que son los mismos efectivos de seguridad quienes permiten la venta de los puestos en la cola, a Bs. 300 cada uno. “Lo denunciamos, pero nos ignoran”, dijo Auxiliadora Peña.
Piden que se acabe la escasez y el bachaqueo y que se respeten sus derechos como consumidores y usuarios.
El problema radica en los controles
Los usuarios y consumidores reconocen que los controles generan escasez y que por eso hay menos productos en el mercado.
En este sentido, comentan que preferirían que se permitiera la venta de productos “baratos y caros” y que fueran ellos los que eligieran cuál de estos comprar.
“Las industrias dicen que no tienen materia prima y por eso tampoco hay alimentos en la calle. Si se comienza a producir de verdad, se acaba tanta cola”, comentó Waltter López.
Adelso Lorbes: No me protegen
Como estamos ahorita es difícil pensar que aquí se respetan los derechos de los usuarios. Preferiría que esto fuese como antes, cuando estamos haciendo una cola. Uno antes llegaba a los lugares y había de todo, compraba lo que necesitaba y la única cola que se hacía era la de la caja para pagar. Pero con estos controles de precios o de venta por número de cédula no protegen mis derechos, por el contrario me limitan a comprar.
Teresa Pérez: Confabulados
Aquí no hay derecho y mucho menos quien vele por ellos. Acabo de comprar dos mantequillas. Nos cobraron 1.200 (bolívares) y la cuenta daba 1.000 bolívares… Los guardias nos dijeron que no podíamos denunciar porque no nos habían dado ticket. Los policías y los guardias están confabulados con los vendedores y reciben plata de lo que sobra.
Amanda Yépez: Humillada
Venezuela tiene años que no celebra nada, mucho menos el Día de los Usuarios. Yo vengo de Guarico, porque allá no hay nada, pero me voy con las manos vacías y no regreso, porque aquí es terrible comprar, se pasa mucho trabajo y maltratan a la gente. Me siento terriblemente humillada, porque los negocios a donde uno va, le venden no lo que uno necesita, sino lo que ellos quieren.
Humberto Cassiani: Falta producción
No hay productos en la calle, por el mismo control de precios. Las empresas deberían mantener precios que les permitan trabajar con estabilidad y producir. Si ellas producen, nosotros podremos tener acceso a los productos, en especial a los alimentos, y no tendríamos que pelearnos por una harina, por la comida, que la necesitamos para vivir.
Waltter López: No hay materias
No hay consumo, si no hay que consumir, entonces de qué sirve que digan que uno tiene un día como consumidor. Hay escasez porque no hay materias primas para producir y los empresarios no tienen que llevar al mercado, a los abastos y las bodegas. Uno antes compraba lo que quería hasta en las bodegas, pero ahora ni en los supermercados.
Elvia Pérez: La edad no vale
Yo tengo 62 años y hago la cola desde la madrugada como todo el mundo. Aquí no vale ningún derecho al consumidor ni por la edad de uno. Esto muy frustrante, es un rollo comprar una harinita, por eso creo que nadie valora ni se preocupa por nuestros derechos. Que hace uno con tener derechos a elegir, a comprar, si eso no se cumple. Uno lo único que quiere es que todo se normalice, que aparezca la comida, así sea cara.