Los trabajadores del hospital José María Bengoa, de Sanare, realizaron este lunes una manifestación frente al centro asistencial para pedir la destitución de su directora, doctora Carmen Edita Goyo, a quien señalan de incurrir en atropellos.
Muy temprano colocaron pancartas en las paredes frontales en las que se leían mensajes dirigidos a las autoridades regionales de salud exigiendo su intervención para poner fin a los excesos que, supuestamente, se estarían cometiendo en su contra.
Hermes Cordero y Bernabé Flores, de los dos sindicatos que los agrupan, informaron que en total son 200 los trabajadores afectados, entre quienes se encontrarían enfermeras, enfermeros, porteros, de mantenimiento, conductores y otros.
De esos trabajadores, el 20 % depende del ministerio de Salud y el resto de la gobernación.
Según afirmaron, la directora, desde hace algún tiempo, les ofende de palabra por cualquier detalle sin aceptar explicación alguna y a pesar de haber sostenido varias reuniones para limar asperezas, la desagradable situación continúa por su intransigencia para aceptar errores.
“La falta de respeto no es sólo contra nosotros sino también contra familiares de pacientes, como nos lo han denunciado”, afirmó el dirigente asistencial.
Ademas, señalan que también violenta normas sobre el funcionamiento del hospital.
“La directora mantiene un acoso a todo el personal por lo que estamos exigiendo al director regional de Salud, doctor Ruy Medina, su destitución y que se designe a otro médico con quien podamos entendernos”, dijo Cordero.
Aclaró que no estaban en paro de actividades pues las áreas consideradas críticas, como la emergencia y sala de partos funcionaban de manera normal.
“Hay que poner orden”
Pero la doctora Carmen Edita Goyo aclaró que lo único que está haciendo es tratando de restituir el orden que se estaba perdiendo en el hospital.
Explicó que el sindicato protestó porque negó el traslado de un enfermero de un puesto rural a Sanare y lo hizo porque no podía dejar sin asistencia a la comunidad donde se encuentra.
Igualmente dijo haberle llamado la atención a un portero por dejar sola una puerta, algo grave en vista de la inseguridad existente.
También a un conductor de ambulancia que hacía la guardia en su casa, algo irregular.
La doctora Goyo estaba acompañada por varios médicos rurales que calificaron como anormal que los líderes de la protesta hayan puesto cadena y candado el área de la Consulta de atención integral de salud, privando de la misma a personas procedentes de comunidades de pocos recursos.
Wilmer Machado y Leunam Oropeza, dos de ellos, dijeron no haber recibido malos tratos por parte de la directora.