El papa Francisco fijó el martes la fecha de canonización de la madre Teresa de Calcuta, quien será santificada el 4 de septiembre. Con ello, el papa abrió el camino para que la monja que atendía a los más pobres entre los pobres se convierta en una pieza central en su iniciativa de recalcar el lado misericordioso de la Iglesia católica a lo largo de un año.
La noticia era esperada, después de que Francisco certificara en diciembre un segundo milagro atribuido a la intercesión de la madre Teresa, salvando el último obstáculo para canonizarla. La fecha es la víspera del 19no aniversario de la muerte de la religiosa.
La ceremonia atraerá a decenas de miles de personas para honrar a la pequeña y encorvada monja, que justo un año después de su muerte en 1997 se abrió camino hacia la santidad. San Juan Pablo II, quien fue el mayor defensor de la madre Teresa, la beatificó ante 300.000 reunidos en la plaza de San Pedro en 2003.
Nacida bajo el nombre de Agnes Bojaxhiu el 26 de agosto de 2010 en Skopie, Macedonia, la madre Teresa se unió a la orden de monjas de Loreto en 1928. En 1946, cuando viajaba en tren de Calcuta a Darjeeling, se sintió inspirada para fundar la orden Misioneras de la Caridad.
La orden se estableció cuatro años después y desde entonces ha abierto 130 casas a nivel mundial para ofrecer consuelo y cuidado a los necesitados, moribundos, enfermos y los «más pobres entre los pobres».
La madre Teresa ganó el premio Nobel de la Paz en 1979 por su trabajo con los indigentes y enfermos de Calcuta, trabajo que continuó incluso cuando ella enfermó. Murió el 5 de septiembre de 1997, a la edad de 87 años. En esa época, la orden Misioneras de la Caridad contaba con 4.000 religiosas y administraba unos 600 orfanatos, comedores, albergues para gente sin casa y clínicas.
«Construyó un imperio de caridad», dijo el reverendo Bernardo Cervellera, editor de la agencia de noticias AsiaNews afiliada al Vaticano. «No tuvo que planear conquistar el mundo. Su idea era ser obediente a Dios».