El modelo económico se agotó y el cambio de gobierno es indetenible, sin embargo, debe producirse por la vía constitucional y ante todo, debe ser pacífico, aseguró el político y exalcalde del municipio Libertador en Caracas, Claudio Fermín.
En visita a EL IMPULSO destacó que los momentos de incertidumbre que experimenta el país no tienen antecedentes.
En torno al escenario económico mencionó que el propio Gobierno impide la reactivación de la economía al convertirse en el único oferente de dólares; no hay particulares que coloquen divisas en el mercado porque ninguna condición se convierte en garantía de que serán operaciones transparentes.
El Estado auspicia por omisión la incertidumbre y la inseguridad alrededor del escenario económico. La supuesta revolución fiscal no es más que una nueva avalancha de impuestos, añadió.
Expuso que el gobierno de Maduro ha perdido la hegemonía de la instituciones, al tiempo que la Asamblea Nacional se ha puesto en manos de la Venezuela descontenta. Si bien el Parlamento empuja con estoicismo y ánimo, se encuentra torpedeado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Aunque Fermín entiende que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidió utilizar todos los mecanismos para salir del Gobierno, considera que lejos de orientar genera mucha más incertidumbre.
“En estos momentos de confusión y desesperación la realidad se presenta delicada por lo cual hago un llamado a la sindéresis. Si bien estamos ante la presencia de una administración errática también vivimos momentos muy álgidos. Yo le apuesto al cambio. Se ha anunciado que este debe ser democrático, constitucional y electoral. Agrego que el cambio debe ser pacífico porque las posiciones intransigentes pueden convertirse en un polvorín”.
Considera que la dirigencia de oposición está sirviendo de contención de la indignación de millones de venezolanos que quieren salir de esta situación como sea.
A su juicio existen un cúmulo de provocaciones por parte del Gobierno.
En ese sentido se refirió a la masacre de Tumeremo, donde presuntamente 28 mineros venezolanos perdieron la vida.
“Eso ocurrió el viernes 4 de marzo y cinco días después el Gobierno nacional se pronunció para contradecir al gobernador. Luego, aparece el general Padrino López intimidando al pueblo”.
-¿Qué pudiera estar pasando en el seno de la Fuerza Armada?
-No lo sé, pero sé de la existencia mayoritaria de oficiales honestos, con familiares que están padeciendo la escasez de medicinas y el desabastecimiento de alimentos. Hago votos para que los oficiales profesionales reflexionen. La Fuerza Armada debe hacer un mea culpa y reconocer su degradación, juntar a los mejores talentos para que se acometa un proceso de reprofesionalización. Lamentablemente, quienes conducen la FFAA son el ala politizada.
Método más seguro
El método más seguro que no tiene interferencia de terceros ni es posible el sabotaje de las instituciones es sin duda el Revocatorio, sostuvo.
“Sólo depende de la voluntad de los electores. No obstante, seguro no es sinónimo de fácil. El Revocatorio tal y como está redactado en la Constitución es una posibilidad pero hay que cumplir tantos requisitos en tan corto tiempo, sortear tantas trabas administrativas que parece imposible. Sólo si se inicia ya sería viable, se pone en duda su viabilidad antes de enero de 2017”.
Otra posibilidad sería la Constituyente porque urge limpiar los poderes públicos, que le sirven de soporte al Poder Ejecutivo.
“Este par de opciones, una por segura y la otra porque acometería la metástasis de un Estado podrido, son las más serias”.
A Fermín le llama la atención que los métodos que no tienen ninguna viabilidad, como la Enmienda y la Renuncia, se han convertido en las más populares porque son las que satisfacen la inmediatez.
“Todos tenemos derecho a pedirle a Maduro que renuncie porque está ensuciando el futuro del país, sin embargo, la Renuncia tiene un gran “pero”. Ese mecanismo no depende de quienes la soliciten sino del destinatario. Significa lanzar al pueblo por un camino imposible, ponerlos a pedir una renuncia cuando se sabe que eso no va a ocurrir”.
La Renuncia, añadió, es una gran herramienta de agitación.
“Deploro que un momento tan álgido se estime la vía de la Renuncia. Tenemos que recordar los colectivos y los vínculos del Gobierno con la guerrilla, etc. Como la renuncia sacia el reclamo de inmediatez de la masa se puede caer en la ligera tentación de promoverla, lo que puede generar una confrontación contraproducente”.
La Enmienda tiene otro problema. Se ha comprobado que los magistrados llegaron al TSJ delinquiendo, que no tienen 15 años de ejercicio de la abogacía y menos de docencia universitaria, faltas graves que promueven su destitución, además, la Sala Constitucional ha venido usurpando funciones.
“Si sabemos que esto existe, ¿cómo se va a promover una Enmienda? Independientemente de la buena fe y el sustento para acabar con el continuismo eso causaría frustración porque la Sala Constitucional pondrá todos los obstáculos”.
Explicó que los mecanismos viables llevan más tiempo y exigen concentración, en el caso del Revocatorio y la Constituyente.
“La Renuncia no va a proceder, significa poner al pueblo de carne de cañón ante una gente que es capaz de cualquier cosa. Este es un momento de mucha reflexión porque el cambio es indetenible”.
Subrayó que el cambio hay que conducirlo y no dejarse arrastrar por él para caer en el abismo de la confrontación.
“Lo que ocurre no es un problema entre oposición y Gobierno, esto es una cita histórica de la Venezuela descontenta contra quienes se resisten al cambio. Maduro alcanzó más de 7.500.000 votos en 2013, hoy en día, los venezolanos descontentos doblamos esa cifra, por lo cual hay que aprovechar los tiempos para el Revocatorio”.