Darle una ojeada a la colección de fotos que Miguel Cabrera subió a su cuenta de Instagram durante los meses de vacaciones confirma que el astro venezolano de los Tigres de Detroit disfruta la vida a plenitud.
Desde las imágenes que se sacó con los futbolistas del Barcelona, incluyendo a Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, hasta una exhibición de jonrones y las clínicas que impartió a niños en su natal Venezuela, Cabrera pasó un buen rato. También participó de la gira de buena voluntad de las Grandes Ligas a Cuba.
Y es que el dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana dispuso de más tiempo para esas actividades, ya que en los últimos dos años tuvo que dedicarse a rehabilitaciones tras cirugías. Nada de eso esta vez.
“Me siento fuerte, me siento que puedo hacer lo que quiera”, dijo Cabrera al presentarse a los entrenamientos de pretemporada.
Estas son buenísimas noticias para los Tigres tras una campaña aciaga, en la que su reinado de cuatro años en la Central de la Americana llegó a su fin con un humillante último puesto en la división al endosar 87 derrotas.
Y lo que debió doler más fue los Reales de Kansas City -el rival que les destronó- se coronaron campeones de la Serie Mundial, el objetivo que les ha sido esquivo todo el tiempo en el que fueron dominantes en la temporada regular.
El punto de inflexión en 2015 fue cuando Cabrera salió de un partido contra Toronto el 3 de julio debido a una lesión en la pantorrilla izquierda.
Una victoria en ese partido dejó en 40-39 la marca de los Tigres y seguían pujando por la postemporada. El primera base pudo reaparecer el 14 de agosto, pero para entonces su equipo se había deslizado cuatro juegos debajo del porcentaje de .500.
También se encontró que habían cambiado a David Price, Yoenis Céspedes y Joakim Soria por prospectos y que el gerente Dave Dombrowski, el hombre responsable de traerlo a Detroit en 2008 en un canje, había sido despedido.
Cuando se advertía que era un conjunto condenado al declive, los Tigres hicieron lo que mejor saben: gastarse muchos millones de dólares en contrataciones de agentes libres.
El pitcher abridor Jordan Zimmermann firmó por 110 millones y cinco años, mientras que el jardinero izquierdo Justin Upton pactó por 132,75 millones y seis años. Los dos pasan a completar una nómina que ya incluía a Cabrera, Justin Verlander y al bateador designado Víctor Martínez. Además, el nuevo gerente Al Ávila reconfiguró el bullpen al adquirir a Francisco Rodríguez, Mark Lowe y Justin Wilson.
“Somos un equipo más balanceada en cuanto a defensa, pitcheo y bateo”, destacó Ávila.
Algo más sobre Cabrera
Pese a perderse 43 juegos, Cabrera se alzó con su cuarto título de bateo desde 2011 con un promedio con .338 y comandó la tabla de embasado por cuarta vez en seis campañas al registrar .440.
Sin embargo, apenas disparó 18 jonrones, la cifra más baja en sus 13 años de carrera.
“Estoy seguro que este año recuperaré mi poder”, dijo Cabrera, convencido que la lesión de pantorrilla le afectó en las piernas.
Pero es su gran deseo es mantenerse saludable: “Jugar 160 juegos. Ese es mi objetivo”, recalcó el defensor del primer cojín de los bengalíes.
Un ciclo que se cierra
Como está el actual roster, el margen de tiempo para conquistar el campeonato es muy reducido.
Upton, el jardinero derecho J.D. Martínez y el abridor Aníbal Sánchez podrían declararse agentes libres tras la campaña de 2017.
Los tres estandartes -Cabrera, Verlander y Víctor Martínez- superan los 30 años de edad y devengan enormes salarios que complicarán la flexibilidad en otras áreas.
Conclusión
El pitcheo fue lo que más les hundió a los Tigres el año pasado, sobre todo con sus abridores quedando con la peor efectividad (4.78) de la Americana. Si el resurgimiento de Verlander en la segunda mitad no fue una ilusión pasajera, Zimmermann cumple con sus antecedentes y Sánchez recupera el nivel que hace dos años le permitió ganar un título de efectividad, pues 2015 podría acabar siendo recordado como una aberración.