Este viernes los medios de comunicación independientes de Venezuela amanecieron con un nuevo golpe al ejercicio del periodismo. La condena de cuatros por los delitos de difamación e injuria continuada al director y dueño del Correo del Caroní, David Natera Febres por informar sobre las irregularidades presuntamente ocurridas en la estatal Ferrominera, y la crisis de papel que continúa acechando a los medios impresos como El Carabobeño forman parte de este panorama para el golpeado periodismo venezolano.
Una sentencia que se dio en horas de la madrugada pone en jaque el funcionamiento de El Correo de Caroní, un medio de comunicación de 38 años de trabajo periodístico que es además referencia en el estado Bolívar.
Oscar Murillo, jefe de redacción del Correo del Caroní dijo a Globovisión que la sentencia contra el periódico es un precedente a la censura previa en los medios independientes del país y que es un paso atrás para la libertad de expresión
“La sentencia es regresiva en materia de libertad de expresión. Creo que esta es una sentencia que crea un precedente nefasto que criminaliza el periodismo libre e independiente. Un medio de comunicación independiente que se le presente la oportunidad de investigar casos de corrupción en empresas públicas, ahora lo van a pensar dos veces», dijo.
Por su parte, el secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Prensa, Marcos Ruiz señaló que no se trata de un hecho aislado, porque «no hay dudas de que hay una intención de propiciar la inhibición en los medios de comunicación y los periodistas».
Caso El Carabobeño
Solo siete días tiene en su inventario el Diario El Carabobeño, debido al retraso que desde hace aproximadamente un año se ha generado con la entrega de materia prima como el papel, planchas, entre otros materiales.
El rotativo asegura que no ha sido posible que en el último año el Diario del Centro pueda adquirir el insumo necesario por parte de la Corporación Alfredo Maneiro que desde el 2013 mantiene el monopolio con la venta de papel.
Hace unas semanas el presidente del Diario EL IMPULSO, Carlos Eduardo Carmona, quien también es representante del Bloque de Prensa de Venezuela señalaba que a finales del mes pasado la crisis de papel se agudizaría par los medios impresos del país, incluido este rotativo centenario.
Carmona señaló que el impacto inmediato en la escasez de papel se traduciría en una mayor reducción de la paginación que, a su vez, incidiría en la disminución de la circulación de los periódicos.
El Instituyo de Prensa y Sociedad señaló que en 2015 al menos 41 periódicos debieron cambiar su periodicidad o formato,entre ellos el diario Tal Cual, El Carabobeño y La Antorcha en Anzoátegui que dejó de circular.
Lo cierto del caso es los pocos medios de comunicación independientes que quedan en Venezuela han visto cercado su trabajo periodístico, sea por multas, sanciones, crisis de papel, o censura y autocensura, y la libertad de expresión cada día merma su existencia en un país donde funciona un Gobierno que dice ser garante de las libertades y la democracia plena.
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