En un choque de posibilidades remotas para su clasificación, porque además del obligado triunfo, necesitaba de otras combinaciones, Ecuador empató a cero goles con Uruguay y le quemó al cuadro charrúa sus posibilidades de avanzar hasta el cuadrangular final en beneficio de Colombia, que minutos después logró el anhelado empate con Brasil para quedarse con la plaza restante del Grupo B.
Uruguay, al igual que Colombia, en la definición de las plazas, necesitaba en forma obligada del triunfo que le resultó esquivo, porque un empate lo llevaba a ligar desde las tribunas la derrota de las colombianas. Es decir, jugó un par de encuentros, el primero en el rectángulo del Metropolitano en Cabudare y, el segundo, en las tribunas del azar para que se diera la derrota de las neogranadinas.
Sin pensarlo dos veces, las uruguayas, desde el pitazo inicial de la peruana Elizabeth Tintaya corearon el vamos y se lanzaron a territorio meridional para provocar antes del minuto un tiro de esquina. Era la sorpresa, revertida con eficiencia por la zaga ecuatoriana que poco a poco ganó franjas hasta provocar un partido alterno, de igualdad y algunas veces de atrevimiento aunque desde la media distancia, como pasó en la fracción 22, cuando Nicole Charcopa la empujó de zapatazo hasta el arco de Josefina Villanueva.
Desde ese momento el choque cayó en muchas imprecisiones con las uruguayas como principales perjudicadas, lo que capitalizaban las meridionales para acercarse con mayor propiedad hasta los predios enemigos y propiciar desde diversos ángulos tiros desde la media distancia, acción que en definitiva caracterizó la primera parte.
En la parte final, Uruguay quiso más y se atrevió pero la zaga meridional repelió cualquier acción y así poco a poco empezaron a esfumarse las aspiraciones de los dos bandos bandos, salvo que, con el empate, Uruguay abrigaba la esperanza que Brasil dispusiera en el otro partido de las colombianas, lo que tampoco sucedió, pese al ruego constante desde la tribuna.
