Para recordar: “Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David le tocaba el arpa, y Saúl se sentía aliviado y mejor, y el mal espíritu se apartaba de él” (1 Samuel 16:23).
Estamos muy cerca de celebrar el día del médico, justo el 10 de marzo. Verdaderamente, es una de las profesiones más difíciles de ejercer en este país, quienes tratan de aliviar el dolor físico de las personas, o salvarles la vida; con un mínimo de recursos, dado la ausencia de medicinas, medios para el diagnóstico y más.
Por otro lado, hay música que tiene un efecto tranquilizante, relajante, que pudiera ayudarnos a todos, médicos o no, a mitigar dolencias espirituales de las personas. Dado aquel dicho: “Mente sana, cuerpo sano”.
Es por ello, que el rey Saúl, para sentir alivio en su alma, recurrió a David para que le interpretara alguna música. Aunque, según nuestro texto inicial, pareciera que Dios mandaba un espíritu malo a Saúl; Dios lo que hizo fue permitir la actuación de Satanás (Job 1, 2; Comentario Bíblico Adventista, tomo 2).
Cuando hablamos de una Barbería, con música para el alma, sin ánimo publicitario, nos referimos a la “Barbería de antaño”, de nuestro amigo Jhonny Carrasco. La cual está ubicada en uno de los salones de la antigua casa de Eustoquio Gómez, frente al Edificio Nacional.
Mas que una Barbería, es un lugar para el encuentro cultural; no solo porque visitantes, clientes o no, cantan, o tocan, mientras el amigo Carrasco, con unos 36 años de experiencia, presta el servicio del afeitado; incluye, la gran oportunidad de observar un nutrido y curioso museo, que por más de 30 años Jhonny ha desarrollado.
Andar afeitado es un acto de pulcritud, limpieza y arreglo personal; aunque respetamos a los que no quieran cortarse el pelo. Como ejemplo, tomamos el caso de José, a quien lo arreglaron para llevarlo ante un mandatario egipcio y la Biblia dice: “Entonces Faraón envió a llamar a José. Lo sacaron corriendo de la cárcel, le cortaron el pelo…” y le cambiaron sus ropas (Génesis 41:14).
Nos cuesta cambiar de barbero. No obstante, recordamos con cariño a Pepe, Margarita y Giovanny. Y hace poco, recomendado por mi suegro, José Rodríguez, asistimos por primera vez a la barbería mencionada. Allí, junto a Jhonny, se encontraban: Hildemaro González, Elías Chirinos, Nelson Muñoz e inmediatamente observamos el ambiente musical.
En dicha Barbería hay un arpa, cuatro y maraca, entre otros instrumentos. Pero algo curioso: Mientras Jhonny nos afeitaba, cantó, muy entusiasmado, una pieza del maestro Antonio Heredia, hasta finalizar la recortada. Luego, nos animaron a entonar música venezolana y me solicitaron que cantara una de nuestra autoría, de un Cd que logramos producir, cuyo estilo es cristiano. Y, hasta nos dio tiempo de hablar de religión.
Según Luis A Padua P., por las manos de Jhonny han pasado unos 5000 ‘respetados ciudadanos de Lara, Venezuela y el mundo’ (correodelara.blogspot.com/2013).
Por todo lo anterior, hacemos un llamado a las autoridades gubernamentales para que apoyen, de alguna forma, este tipo de iniciativa y hacer más emblemática ésta Barbería, o lugares semejantes, que además de prestar un servicio, alivian el alma y nos hace olvidar, por un momento, la difícil situación que vive de nuestro país en muchos sentidos.
