“El corrupto corrompe su entorno, en un radio tan grande como su insaciable apetencia, para garantizarse así un colchón de complicidad, de impunidad”.
Tal afirmación fue hecha por José Ángel Ocanto, jefe de Redacción de EL IMPULSO, en el acto celebrado ayer en la mañana en la sede de este diario con motivo de la presentación del libro El gran saqueo, escrito por Carlos Tablante y Marcos Tarre. Esta obra es la continuación de Estado delincuente.
Ocanto comenzó su exposición con una serie de interrogantes:
“¿Por qué en el país, luego de una bonanza que jamás volverá, nos encontramos a las puertas de una crisis humanitaria? ¿Por qué un ingreso colosal en divisas, fruto de la explotación petrolera, nos dejó las arcas vacíaa, sin dinero siquiera para llenar de pan las despensas, nantener a los hospitales atendiendo enfermos y a las universidades en la formación del profesional de mañana? ¿Por qué esa paradoja de ser un país inmensamente rico, posado sobre un mar de menes, coltán, oro y diamantes, y tan vulnerable y desheredado a la vez?
Cada vez que oímos hablar de esto pensamos, bien en lo desordenado que somos, en lo mal administradores que hemos sido, en esa falta de previsión que nos consume. Pero nos cuesta asociar esa desgracia con la corrupción.
Seguimos creyendo que el corrpto es un ’gran vivo criollo’”, asentó JAO. Seguidamente advirtió que ese pensamiento nos impide reaccionar.
“Estamos convencidos de que la corrupción es un mal endémico, un fenómeno, un pecado del cual no nos podemos librar, porque basta ’estar donde haiga’. Los dineros públicos son los dineros de nadie, alforjas baldías, y quien se apropia de ellos a nadie hace daño. Esa, señaló, es nuestra concepción tradicional.
Por eso la corrupción no figura en las encuestas entre los asuntos que más mortifican a los venezolanos.
Por eso a los políticos en el fragor de campaña, sus asesores les dicen que no hablen de corrupción, porque eso no da votos. Eso no sensibiliza a la gente, no figura en el depósito de nuestras ansiedades.
El escándalo de la corrupción apenas nos escandaliza, lamentó. Si acaso el colectivo se enconge de hombros y pasa la página. Nos adormece la sensación de que nada se puede hacer. Este reino de pranes lo vivimos como quien disfruta de un espectáculo lejano, extraño. Los capos hasta nos parecen seres simpáticos, bellacos inofensivos que le ponen sal a nuestras insípidas vidas.
Pero, la corrupción sí ejerce, además de un devastador efecto moral, un atraso en la marcha de los pueblos, en el alcance de su bienestar. La corrupción, por el brillo de la riqueza fácil, crea patrones que deforman la personalidad de la sociedad y vacía los valores del trabajo, del esfuerzo, del mérito. Es la tragedia que observamos ahora mismo, en Venezuela, respecto a la Fuerza Armada. Las armas llamadas a salvaguardar la soberanía nacional fueron mancilladas, para comprometerlas, para anularlas”, planteó JAO.
El padrino de Río Claro es uno de los más ricos
Carlos Tablante en su disertación, ante un selecto público que se dio cita en la sede de este diario, indicó que las investigaciones realizadas por él y Marcos Tarre para la elaboración del libro le permitió obtener todos los datos suministrados por los bancos en el exterior y le parece extraño que ninguna averiguación haya hecho la Fiscalía General de la República, que tiene personal suficiente para profundizar en cada uno de los casos denunciados sobre hechos de corrupción.
Confió que en éstos casos hay implicados 300 personas, entre las cuales figuran funcionarios con altas responsabilidades como Rafael Ramírez, ex presidente de Pdvsa y ex ministro de Petróleo y Energía; Diego Salazar, señalado como blanqueador de dinero producto de la corrupción; Claudia Díaz, la enfermera de Chávez, quien logró reunir, según su investigación, dos mil millones de dólares y hoy vive en República Dominicana con su marido, el capitán Adrián Velásquez, alias “Guarapiche”; David Cabello, que ocupó diferentes cargos al mismo tiempo en la administración pública y quien es hermano de Diosdado Cabello, ex presidente de la Asamblea Nacional; Arné Chacón, de quien el mismo Chávez había dicho que era un sujeto pobre y de repente aparecía como dueño de un banco; Alejandro Andrade, ex secretario privado de Chávez; Carlos Aguilera y Rafael Isea, ex ministro de Finanzas, ex gobernador de Aragua y quien el desaparecido comandante eterno nombrada padrino de la parroquia Juárez, cuya capital es Río Claro, quien hace tres meses apareció en una subasta, en Texas, adquiriendo ganado de la mejor raza para sus fincas en los Estados Unidos, donde se refugió y ha venido haciendo acuerdos con las autoridades para impedir su deportación.
Tablante dijo que este personaje junto con otros que participaron en la asonada del 4 de febrero fueron favoritos de Chávez, bautizados así por Ángela Zago en su libro La rebelión de los Ángeles.