Irán probó dos nuevos misiles balísticos de largo alcance en el marco de las maniobras a gran escala que fueron lanzadas ayer para probar este tipo de armamento.
Según la agencia iraní Tasnim, las fuerzas aeroespaciales de los Guardias de la Revolución probaron los misiles Qadr-H y Qadr-F, que fueron lanzados desde un silo ubicado en las montañas de Alborz, en el norte del país, y alcanzaron con éxito sus blancos en la costa sudeste tras recorrer más de 1.400 kilómetros.
Estas pruebas se realizaron a pesar de que EEUU advirtió de que si se comprobaba finalmente que Irán estaba experimentando nuevamente con misiles balísticos, llevaría el caso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Washington aduce que, con estas acciones, Irán viola las prohibiciones internacionales de experimentar con armas que puedan llevar cabezas nucleares, mientras Teherán insiste en que se trata de armas estrictamente convencionales cuya finalidad es disuasoria.
El comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohamad Alí Jafarí, consideró tras el inicio de estas maniobras, denominadas «El Poder del Velayat», que es algo «natural» que «el rugido de los misiles» iraníes «intimide» a sus «enemigos».
Y advirtió de que el desarrollo de este armamento constituye «una línea roja» que nadie en el país permitirá que se «traspase».
Jafarí apuntó que estas pruebas, que se desarrollaron en todo el país desde el martes, constituyen «una fuerte y silenciosa respuesta a los intentos inútiles del enemigo de imponer sanciones a Irán» por este motivo.
«La seguridad de Irán es la de nuestros vecinos en la región. Los enemigos de la Revolución deberían estar intimidados por nuestros misiles», dijo.
Particularmente Jafari se refirió al «régimen sionista», como en Irán se conoce a Israel, a quien consideró la mayor amenaza para su país y que debe estar «naturalmente preocupado» por que el alcance de sus misiles «llega más allá de las ciudades de los Territorios Ocupados».
Pese al cruce de advertencias, desde EEUU también se afirmó que este caso no constituye una violación del pacto nuclear alcanzado el año pasado entre Irán y el Grupo 5+1 (EEUU, Francia, Rusia, Reino Unido, China y Alemania).