El periodista Héctor Landaeta, quien fuera director ejecutivo el diario El Informador, falleció la mañana de ayer en una clínica de Barquisimeto a causa de una leucemia.
En una nota publicada por la página web de El Informador expresaban que Landaeta “con gran optimismo y fuerte convicción había asumido el reto que le ponía la vida y no dudó en su sanación”.
El periodista deja un legado de casi 40 años en el periodismo, con sus inicios como pasante en El Nacional, donde se desempeñó como reportero por una década. Guardó gran respeto y admiración por Arístides Bastidas, a quien consideró “el padre del periodismo venezolano”, publica el portal del diario regional.
Landaeta también trabajó en la corresponsalía de Venpres Internacional en Londres por cuatro años. También fue jefe de información y redacción por 15 años en el diario El Globo.
Duró otros ocho años como coordinador de las secciones Internacional y Economía en la sala de redacción del entonces diario TalCual, dirigido por Teodoro Petkoff.
Con incontables tareas y retos cumplidos en el ejercicio del periodismo en Venezuela y otros 22 países, Landaeta tuvo la dicha de haber hecho una adecuada elección en su carrera, la más “lógica” para transmitir la pasión por el humanismo que heredó de su padre.
Entre sus aportes al periodismo y a Venezuela, escribió el libro “Chavismo, Narcotráfico y Militares”, donde dejó en claro que la llegada de la droga “nos llegó por sorpresa” según sus conversaciones con la exmagistrada y expresidenta de Conacuid, Mildred Camero. En el libro, reveló cómo el narcotráfico penetró todas las instancias del poder civil y militar en Venezuela durante los últimos 15 años y abordó el caso de Walid Makled, un hito muy importante porque de ahí se ramificó el delito del narcotráfico en el país.