Cualquier acuerdo financiero que suscriba el gobierno venezolano con empresas extranjeras debe ser autorizado por el Parlamento Nacional. De no tomar en cuenta esta disposición, los inversores corren el riesgo de que los acuerdos puedan ser desconocidos por el Estado.
Así lo advirtió este domingo el diputado a la Asamblea Nacional y miembro de la Comisión de Finanzas, José Guerra.
«Esos banqueros experimentados en relacionarse con países en urgencias, deberían moderar sus expectativas y tener presente que la Constitución vigente en su artículo 187, numerales 6 y 7, contemplan que cualquier operación de endeudamiento debe ser aprobada por la Asamblea Nacional», manifestó el economista.
También el artículo 150 de la Constitución establece que cualquier “contrato de interés público requerirá la aprobación de la Asamblea Nacional”. Guerra señaló que esto se aplica a acuerdos de explotación minera, petrolera o a la concesión de créditos.
Las declaraciones traen a colación las negociaciones desventajosas para el país que estaría sosteniendo el gobierno de Nicolás Maduro con empresas del mundo, por estar «desesperado por obtener divisas».
Señaló que ya fue anunciada la venta del 23% de las acciones de Petromonagas a la empresa rusa Rosneft por 500 millones de dólares, 300 por debajo del valor tasado. También esta el pre acuerdo firmado con la canadiense Gold Reserve, empresa de «dudosa reputación».
«Sus representados corren un riesgo enorme si se trata de obviar al Poder Legislativo en sus negociaciones con el Ejecutivo», dijo Guerra.
Lo mismo aplicará para las petroleras «ávidas de comprar a precio de saldo acciones en compañías mixtas en la Faja del Orinoco. La Ley Orgánica de Hidrocarburos fija que cualquier asociación o su modificación, debe tener la aprobación de la AN», precisó.
Así mismo, agregó el economista, «es de conocimiento que Ricardo Menéndez y Eulogio Del Pino andan de gira por China buscando desesperadamente nuevos empréstitos con esa nación y lo último que se ha podido conocer fue lo dicho por Nelson Merentes acerca de la negociación de un nuevo préstamo con la banca internacional que sería de 5.000 millones de dólares».
Frente a esta perspectiva, el parlamentario advirtió: «Las cosas en Venezuela están cambiando, existe una AN distinta a la complaciente del pasado, y la actual hará respetar las leyes».