A pesar que en la mayoría de las comunidades hay diferencias entre los vecinos por distintas razones, en el sector Los Sauces, en la vía hacia El Manzano, al sur de Barquisimeto, los vecinos han visto cómo la zona ha ido decayendo con el pasar de los años y todo por la ausente gestión del consejo comunal.
Con más de 40 años de fundada, esta urbanización no es ni la sombra de lo que fue asegura una amiga de la comunidad, mientras caminábamos por la comunidad, quien me comentó cuáles son los principales problemas que existen, y los supuestos “chanchullos” de quienes están encargados de los recursos que reciben por parte del Gobierno y de la Alcaldía de Iribarren.
“Hace como cinco años más o menos, el consejo comunal recibió un dinero para comprar tanques de agua y así repartirlos a las 40 casas que hay acá, pero lo que hicieron los encargados fue quedarse con la plata sin darles nada a nadie.
El problema es que aquí la comuna no hace nada porque unos son chavistas y otros opositores, y nunca llegan a un acuerdo” dijo. Hay dos callejones que están completamente oscuros en las noches, donde además se forma una laguna cada vez que llueve porque no hay drenajes. Quienes viven atravesando la calle, no pueden salir por el lago y tienen que esperar hasta un día para poder pasar.
Un área común se estaba perdiendo por falta de mantenimiento, pero gracias a la buena voluntad de un joven que vive frente a esa plaza, que no prestó atención a los comentarios de los demás, limpió la maleza y sembró grama. Esperan que pueda funcionar dentro de poco.
Debido a la inseguridad que se presenta en todos lados, desde hace tiempo, surgió la idea de cerrar la comunidad y colocar vigilancia, pero quedó en eso, en pura idea, también por la falta de organización del consejo comunal.
El alcalde Alfredo Ramos visitó el sector cuando era candidato, prometió, como buen político, techar una cancha que hay en la zona y arreglar un parque infantil que no le sirve ni un columpio.
Hasta ahora, fue solo una promesa. Lo cierto es que mi amiga quiere una mejora para su comunidad y espera que haya unión entre sus vecinos porque en una urbanización no importan los colores políticos, sino el bien de la comunidad, el buen vivir y mantener unas áreas agradables para todos. Al final todos salen beneficiados.
Una comunidad tan bonita como Los Sauces, no puede hundirse por culpa de la ineficiencia de un grupo de vecinos.