Con el propósito de promocionar la cultura venezolana, revalorar el trabajo de las etnias indígenas que aún conservan su inmemorable esencia y propiciar el comercio justo de lo que se hace en el país, la Fundación Tierra Viva con el apoyo de diversas empresas y organismos internacionales le dan vida a un proyecto extraordinario que beneficia a mujeres de las etnias warao, yekwana y wayúu del país, digno ejemplo de dedicación, entrega y en especial… ¡mucho amor!
Desde el año 1999, la organización ambientalista venezolana Tierra Viva con sede en la capital del país, lleva a cabo un trabajo mantenido para proyectar el trabajo artesanal de damas talentosas. Actualmente, y como parte de una extraordinaria iniciativa llamada “Mujer Indígena Emprendedora” continúan con esta misión, convirtiendo el tejido en un emprendimiento, capaz de generar ingresos y estimular el saber cultural que se ha transmitido de generación en generación, y que en nuestros días, sigue en pié.
Conversamos con Alejandro Luy, biólogo de profesión y representante de la fundación, quien gustosamente nos comentó de la iniciativa…¡conózcala!
¿Qué busca el proyecto de manera concreta?
Mujer Indígena Emprendedora busca capacitar en el desarrollo de productos innovadores que respondan a nuevos mercados sin perder la esencia tradicional, haciendo hincapié en calidad, limpieza y protección de las piezas, así como en sustentabilidad de la fibra, responsabilidad con el cliente, cálculo de precios e importancia de la asociatividad; además de ofrecer estrategias de mercadeo y comercialización.
El trabajo en equipo es fundamental, en función de ello ¿Quienes le dan vida a la iniciativa y cuántas mujeres se han visto beneficiadas?
El proyecto es ejecutado por Fundación Tierra Viva y cuenta con el apoyo de A.C. Phynatura encargados de la capacitación; y Fundación Solidarete, que ha facilitado talleres en temas relacionados a mercadeo, precios y comercio justo. Actualmente se beneficia a 240 mujeres de las etnias warao, yekwana y wayúu, con un trabajo financiado por la Unión Europea y la empresa Chevron.
¿Por qué apoyar como organización ambientalista el trabajo de estos grupos? y ¿Cuál es el compromiso?
Somos una organización cuya misión es promover el desarrollo sustentable, y éste a su vez tiene tres ejes: ambiental, social y económico. De modo que en el desarrollo comunitario, el apoyar el emprendimiento de la mujer indígena vigilando la sustentabilidad de la fibra, se encuentra dentro de los objetivos que como organización nos hemos planteado. Nuestro compromiso es caminar junto a las artesanas, apoyándolas pero respetando siempre su cultura e idiosincrasia, además de lograr que puedan organizarse, para que un futuro continúen produciendo y así obtener ingresos económicos favorables.
Recientemente estuvieron en Nueva York, exponiendo en una feria el trabajo de estas artesanas ¿Cómo fue la experiencia?
Extraordinaria, participamos en la sección Artisans Resources dedicada a productos hechos a mano, étnicos y artesanales. De los cuatro días de feria, los dos primeros fueron los de mayor afluencia de público y trabajo, pero en los cuatro hubo interacción, además pudimos conocer qué tipo de piezas fueron las más demandadas y cuáles parecen no tener interés por los compradores. Por otro lado, se lograron concretar cuatro pedidos por 484 piezas, y esperamos concretar otros entre las 60 empresas que visitaron nuestro stand. Se vendieron además piezas de la exhibición a unas diseñadoras que trabajan con mujeres en Turquía, con el fin de evaluar nuestros productos, para posteriormente contactarnos con propuestas de diseños que se convertirán en pedidos para las artesanas. Así mismo, la feria fue una oportunidad para establecer intercambios con organizaciones que pueden ser claves para el trabajo de presencia y comercialización fuera del país.
¿Con todo ello se busca dignificar el trabajo de la mujer venezolana, especialmente de la indígena? ¿Por qué?
Se dignifica a la mujer indígena cuando se le reconoce su trabajo y se paga lo justo por ello; cuando son capaces de generar ingresos sin depender de una dádiva o de la lástima; cuando se demuestra que es posible la innovación sin socavar la tradición; y cuando se les brinda capacitación y herramientas para aumentar la autoestima de modo que puedan salir al mundo a ofrecer su artesanía .
Finalmente, ¿Qué ha sido lo más satisfactorio de dar a conocer este tipo de emprendimientos?
Son muchas las necesidades que tienen estas comunidades, es satisfactorio poder contribuir en el fortalecimiento de las mujeres artesanas, generadoras de ingresos para sus hijos. Nos llena de orgullo ver cómo han respondido a los pedidos; cómo son capaces de organizarse para asistir a las ferias; cómo invierten su dinero en alimento, medicina y ropa; y cómo se organizan para atender a los turistas defendiendo los precios de sus artesanías. En general, verlas crecer como emprendedoras, esto es apenas un poquito de lo mucho que queda por hacer.
Información: www.deltatierraviva.blogspot.com