La noticia nos sigue dejando patitiesos a quienes conocemos la relación profunda entre depredación, expoliación y capitalismo salvaje, establecida y mantenida por las empresas devenidas en multinacionales o corporaciones: Cito: “Maduro firmó el decreto para proceder a la cuantificación y la certificación de las reservas mineras contenidas en el Arco del Orinoco de manera inmediata. Precisó que Venezuela pudiera colocarse por encima de 7 mil toneladas de oro y ubicarse en la segunda reserva de oro en el mundo”. Y nos sigue informando, casi en alborozo de imprenta, uno de los periódicos a los que sobra papel pero carece de análisis crítico: “Las áreas de certificación, investigación y preparación del arco minero son: reservas de coltán; reservas de oro aluvional; reservas de bauxita, oro y hierro; reservas de oro, cobre, caolín y dolomita”, desgrana enumerando como si hablara de variedades de tomates de árbol.
La canadiense Gold Reserve Inc., con 60 años de experiencia en extraer riquezas naturales en los países que les abren la puerta como si fuera año nuevo, supo bailar al ritmo del nuevo Dorado durante los 19 años de estudios necesarios para la certificación y diseño de un plan de extracción del yacimiento de oro y cobre Brisas, en el sureste del estado Bolívar. Y como si se tratara de una alianza entre panas de la cuadra, la prensa regional informa que “…aspira a contar, al trabajar en sociedad con el Estado, con ventajas fiscales, costos preferenciales en servicios y la conformación de una Zona Económica Especial”. No piden nada.
Con acento francés canadiense, un segurísimo Timm añadió: “El retorno es sustancialmente grande” al informar sobre los 2000 millones de dólares de inversión inicial en un proyecto en el cual prevén procesar en 25 años como mínimo, 140.000 toneladas de material mineralizado por día y extraer de ello mínimo 1,4 millones de onzas de oro y 108 millones de libras de cobre al año. No está demás saber que la onza de oro se cotiza entre 1.000 y 1.100 dólares la onza. Un estimado de reservas supone 55 millones de onzas de oro y 4.200 millones de libras de cobre.
Haciendo honor a su apellido, Umberto Eco se mete en estas líneas desde la entrevista publicada por Boris Muñoz. Después de desestimar el liderazgo mundial de EEUU, donde solo vota el 24%, Eco insistió en el poder de las corporaciones, por mover mayor número de personas. Corriendo el riesgo de parecer este artículo, una “casa de citas”, copio su explicación sobre la irrelevancia de las políticas nacionales: “Aun haciendo la revolución en tu país no puedes tocar el equilibrio mundial. No puedes tocar el mundo en el que vives debido a las regulaciones que mantienen el balance. Hoy en día si ni siquiera se te permite hacer una guerra sin pedir permiso”.
Eco tiende el puente para entrever mejor, el alcance del Decreto de exploración firmado por Maduro, objeto del secretismo oficial que aunado a la historia del proceder de las grandes corporaciones financieras y sus efectos en la economía, deja fuera el grave deterioro ambiental que ocurrirá en los ecosistemas de nuestro país y del continente, por ser la cuenca del Orinoco uno de los mayores reservorios de agua. Si le añadimos la variedad de flora y de fauna que será destruida, la imaginación se queda corta ante el daño a la diversidad geológica de la zona.
La exploración produciría daños irreparables. Son las mismas corporaciones que en otras latitudes han expoliado y dañado el ambiente, guiadas por los intereses económicos y apoyada por los gobiernos locales. “El Corazón de las Tinieblas” de Conrad y la desincorporación de los tres diputados representantes de la zona, se entrelazan ante la alegría de las corporaciones como la canadiense,al referirse a los 111 Kms cuadrados del Arco Minero del Orinoco, como el yacimiento con la segunda reserva de oro en el mundo.
Timm proyecta reservas de 55 millones de onzas de oro y 4.200 millones de libras de cobre.Lo que no queda claro aún es como se sacudirán a la empresa asiática CITIC, a quienes en el 2012 y 2013 le entregaron la concesión de Las Cristinas, una parte del yacimiento. Aquí no cabe el viejo refrán de “Ellos son blancos y se entienden…
Tan lejos y tan cerca el siglo XVI… Los arcabuces y espadas se sustituyen en la ruta al Dorado con la creación de la empresa Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg) para la realización de labores en tres áreas. Seguimos siendo una Tierra de Gracia para los modernos expoliadores al encuentro de El Dorado, el que siempre estuvo aquí.
