La guerra económica no es cuento

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Desde Von Clausewitzla guerra busca apropiarse, destruir o anular todos los recursos que el enemigo pueda requerir para desarrollar su esfuerzo bélico. Durante la invasión del ejército nazi a la Unión Soviética, los alemanes avanzaban requisando trigo, ganado y gasolina dejando atrás poblaciones que al poco comenzaban a morir de hambre y que por eso no podían enfrentarlos. La respuesta soviética fue igual:

aplicaron, en su retirada, la política de tierra arrasada de modo que los ejércitos nazis no encontraban nada en su paso y muchos soldados murieron de hambre y frío. Lo mismo procuraban los submarinos nazis cuando atacaban los convoyes de suministros que iban de los Estados Unidos a Inglaterra. Norteamérica ganó la guerra porque, entre otras razones, su inmensa capacidad productiva nunca fue puesta en riesgo.

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El chavismo viene acusando al empresariado de llevar adelante una guerra económica para perjudicar al régimen. Es pura propaganda para esconder lo que realmente ellos han pretendido:destruir la economía de sus enemigos históricos: la alta burguesía ylos empresarios, pues al arruinarlos no tendrán recursos para enfrentar al régimen. Lo hacían confiando que la producción nacional podía ser reemplazada por importaciones pagadas con el alto ingreso petrolero o que las instalaciones confiscadas podían ser administradas por gerentes rojos rojitos. Fue una guerra exitosa pues muchos perdieron sus empresas o terminaron vendiéndolas barato cuando algún funcionario se les acercaba y les ofrecía 4 lochas por la empresa que había levantado a lo largo de su vida.

Pero las cosas salieron mal: la caída de los precios del petróleo redujo drásticamente la capacidad de importación y los gerentes de las industrias bolivarianas resultaron ser incompetentes o simples ladrones y no pudieron poner a producir las antiguas empresas al nivel de antes.Y sin productos nacionales o importados, la opinión pública se está poniendo en contra del gobierno.

Las consecuencias de la guerra han sido terribles. No hay institución ni comunidad que no haya sido dañada.

Muchas empresas no podrán ser reactivadas. Millones de ciudadanos han emigrado. Miles de millones de dólares se han volatizado. La moral pública ha sido degradada. Al país hay que reconstruirlo y el tiempo de reconstrucción no comenzará hasta que los responsables de esos daños pierdan el poder de seguir haciendo daño. Pero ellos siguen actuando del mismo modo que los nazis: ya derrotados y con el ejército rojo a las puertas de Berlín, seguían asesinando judíos mientras Hitler, totalmente disociado de la realidad, movía divisiones imaginarias para defender la capital. Lo mismo está haciendo Maduro, inventando motores para recuperar el país que ellos mismos han destruido. Hitler se suicidó, a Maduro no le pedimos tanto: nos basta con que se vaya.

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