El profesor Tony Dyson, más conocido por sus trabajos en películas de ciencia ficción y por haber creado al famoso droide R2-D2 de la saga Star Wars, falleció a los 68 años de edad.
El cuerpo del creativo en efectos especiales fue localizado en Gozo, una isla ubicada en el archipiélago de Malta, en el mar Mediterráneo; se presume que la muerte fue por causas naturales, aunque BBC complementa que se le realizará una autopsia a Dyson.
El profesor siempre estuvo consciente de que uno de sus trabajos más emblemáticos fue fabricar uno de los droides más conocidos en el cine. Si bien el diseño de R2-D2 fue a cargo del diseñador conceptual Ralph McQuarrie, Dyson tuvo la tarea de fabricarlo y hacerlo en la vida real.
Dyson fabricó ocho R2-D2 a tamaño real, cuatro de estos se controlaban a control remoto. Dos droides se utilizaron para que el actor Kenny Baker, quien se metía al cuerpo del droide para movilizarlo, se usaran en las películas. Otros dos droides fueron desechados después de filmar algunas escenas en El Imperio contraataca (1980).
El amor de Dyson por R2-D2 era de conocimiento público, y sólo entrar al sitio del creativo, esto se evidenciaba. «El amor por R2 es universal; ningún otro personaje de Star Wars ha sido tan querido a lo largo de estos años como R2-D2, su mercadotecnia ha despegado en los años y su influencia en el mundo de la robótica es sobresaliente», explica el padre del pequeño robot plata y azul.