Un matrimonio de 48 años terminó en un crimen atroz. La mañana del lunes una mujer fue asesinada por su esposo quien la enterró en el patio de su casa y la reportó como desaparecida. Ayer en la tarde, el cadáver fue localizado, instantes después el asesino confesó.
José Nicolás González (64) y María Isidora Pérez de González (66) residían en la carrera 10 entre calles 8 y 9 de La Playa de Santa Isabel. Actualmente dormían en cuartos separados y en la casa convivía uno de sus cinco hijos.
La pareja era conflictiva, constantemente habían discusiones intensas, la dama era de carácter violento, atacaba con palabras grotescas a su esposo, al que todos en la familia le decían “señor Nicolás”.
En cambio él era más pasivo, calmado, pocas veces contestaba ante los insultos de su esposa. Según el testimonio de dos sobrinas de la pareja, cuando las situaciones se tornaban difíciles, él se refugiaba con sus familiares y vecinos para desahogarse, incluso lloraba. “En una ocasión ella le dio una bofetada pero el señor Nicolás no le respondió” contó María Alejandra Pérez.
Así se refirió a él, incluso tras haber conocido el asesinato de su tía. Todavía estaba incrédula, ¿Un señor tan callado, cómo es posible?, se preguntó.
Los hechos
El domingo en la noche Nicolás y María Isidora una vez más discutieron. Al amanecer, a eso de las 6:00 de la mañana del lunes, el hijo de la pareja se fue a trabajar. Regresó a su casa a las 9:20 de la mañana luego de haber realizado unos despachos para la empresa en la que trabaja.
Para entonces el crimen ya estaba hecho. Esas pocas horas bastaron para que el “señor Nicolás” asesinara a su esposa y la enterrara en una construcción a medio terminar en el patio de la vivienda. Es un espacio cuadrado, el piso es un relleno y el hombre es albañil, por lo que no se le hizo difícil la tarea de enterrar el cuerpo y aplanar el relleno para no dejar huellas.
La supuesta desaparición
Transcurría el lunes y nadie sabía del paradero de la dama. En la noche le comunicaron a los demás integrantes de la familia sobre la desaparición. Nicolás decía que su señora se levantó, hizo el desayuno y lavó una ropa. Desde ese momento y hasta ayer en la tarde la buscaron en hospitales, iglesias, hoteles, sede de los organismos de seguridad y no la localizaban. Reportaron la desaparición en la sede del Cicca, medios de comunicación y redes sociales.
Por su parte, el esposo de la víctima estaba sereno. Ayer en la mañana se arregló para ir a trabajar en una construcción pero una de sus hijas lo llamó: “Papá no se vaya a trabajar, quédese, van a pensar que fue usted”, le dijo la hija, según el relato de Francis Pérez, sobrina de la pareja.
Comenzaron a sospechar
El “señor Nicolás” estaba extraño, algo inquieto, caminaba para todos lados y de vez en cuando esbozaba una ligera sonrisa, nadie entendía el porqué.
Ayer a las 5:00 de la tarde varios integrantes de la familia se reunieron en la casa y comenzaron a interrogarlo. Era evasivo, aseguran los familiares. Cuando uno de los hijos y el yerno quisieron pasar al patio, él les dijo que los llevaría.
“¿Qué van a hacer para allá?, ella no pasaba para esa parte, bueno revisen, salten las paredes a ver si está por la quebrada” les dijo Nicolás a sus parientes.
Pero el asesino había cometido un error. En la arena dejó dos pulseras de material similar al swarovski, los familiares se extrañaron y comenzaron a mover la tierra. En ese momento el hombre salió de la casa y le pidió a una de las hijas que lo acompañara.
La confesión
Nicolás caminó con su hija hasta la esquina y allí le dijo: “Yo maté a su mamá”. Aseguran los vecinos que en ese instante se escuchó un grito ensordecedor de la joven y vieron correr a Nicolás hasta perderse de vista. Entre la arena estaba el cuerpo sin vida de la dama, vestida sólo con la ropa interior y cubierto con una sábana.
Tres comisiones de la División de Homicidios del Cicpc se trasladaron al sitio del suceso y permanecieron allí alrededor de tres horas. El cuerpo fue trasladado hacia la morguecita del Cementerio Nuevo, ya estaba en avanzado estado de descomposición. Todavía se desconoce las causas de la muerte, aparentemente usó un hacha.
Hasta el cierre de esta edición no se tenía información precisa sobre la posible captura del victimario. Los funcionarios tenían pistas certeras e iban por él.