A través de un comunicado público, la Coalición de Organizaciones por los Derechos a la Salud y la Vida (Codevida) y otras organizaciones que también suscriben el documento, exigieron al gobierno nacional tomar las medidas urgentes que se requieren para garantizar que toda persona necesitada de atención en salud, incluyendo tratamientos, exámenes de laboratorio y disponibilidad de servicios de salud pública, la reciba de manera oportuna.
Advierten que la crítica situación económica actual y la dependencia del sistema de salud venezolano de materias primas e insumos provenientes del exterior, implican que, aún poniendo en práctica de inmediato los correctivos urgentes que se necesitan, no será posible garantizar atención en salud a todas las personas que la requieren en menos de 6 meses.
“La mayoría de los centros de salud públicos, únicos disponibles para más del 60% de la población y principalmente para los sectores de menos recursos, no cuentan con las condiciones que garanticen una atención mínima adecuada, debido a la disminución de cerca del 70% de sus medios para prestar servicios de diagnóstico, tratamiento e intervenciones quirúrgicas, la pérdida de más del 50% del personal médico y la precariedad en la que se encuentran su infraestructura y equipamiento”, aseguran.
Señalan además que cerca del 90% de los medicamentos esenciales, insumos médicos y repuestos de equipos en todo el sistema sanitario, público y privado, son importados “y, entre 2014 y 2015, el suministro de divisas, cuya adquisición está sujeta a régimen de control, se redujo en casi 50% para el sector salud”.
También critican que no exista acceso a la información pública en materia de salud, sobre todo a las estadísticas epidemiológicas, que a su juicio, son fundamentales para los médicos a la hora de dar un diagnóstico.
Reiteran que las personas con condiciones crónicas de salud física y mental, las embarazadas y niños recién nacidos, las personas que requieren de intervenciones de urgencia, los pacientes con VIH, entre muchas otras “están sufriendo innecesariamente de las consecuencias de esta crítica situación sin información ni posibilidades de contar con soluciones en la brevedad requerida para salvaguardar su salud y su vida”.
“La ayuda humanitaria es un mecanismo idóneo y disponible para enfrentar esta extrema situación, en un contexto de alta fragilidad desde el punto de vista jurídico, institucional, social y económico, y debe ser solicitada a órganos internacionales con la experiencia necesaria para poner en práctica los mecanismos de provisión, distribución y control de insumos, reactivos y medicamentos, que garanticen su calidad, seguridad y eficacia, y en la cantidad necesaria para permita distribuirlos con base en los principios de universalidad, igualdad y no discriminación.