Creo que interpreto el sentir de muchos venezolanos en estos días. ¿Cuándo anunciarán los factores políticos que hacen vida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) la hoja de ruta consensuada y unitaria para superar esta crisis? La crisis es económica, sin duda alguna. Sin embargo, estas primeras semanas del año 2016 han dejado en claro que sin un cambio de gobierno urgente no habrá posibilidades de superar la crisis económica.
Es sencillo, el gobierno de Nicolás Maduro insiste como respuesta a la crisis en darle al país la misma receta que nos trajo hasta aquí. Aristóbulo Istúriz, quien antes de llegar a vicepresidente exhibía un discurso de autocrítica, validó ante la Asamblea Nacional la tesis del “yo no fui”, no hay la más mínima intención del gobierno en asumir la responsabilidad en el desastre que es hoy la economía nacional. Así las cosas no hay posibilidad de enmendar. En realidad sin ser economista, se observa que buena parte de las medidas anunciadas y decisiones tomadas, hasta ahora en 2016, sólo apuntan a recuperar ingresos para el Estado. No hay medidas para promover la productividad o levantar los nefastos controles sobre la actividad económica privada.
Así están las cosas: 1) La crisis económica requiere de otras respuestas, de otras medidas que el gobierno no está en capacidad de ejecutar; 2) El gobierno irrespeta la voluntad popular de los venezolanos al ignorar o sencillamente sabotear la tarea de la Asamblea Nacional; 3) De profundizarse la crisis económica podríamos llegar a un estallido social con consecuencias impredecibles.
Las respuestas y posibilidades de transitar mínimamente en paz a otro modelo que sea genuinamente de desarrollo económico y en un marco democrático deben venir de la MUD. Y es urgente.
Una persona a quien no conozco personalmente, en reacción a otro artículo mío, me envió este mensaje: “La fotografía que queremos los venezolanos es una donde aparezca Henrique Capriles, Chúo Torrealba, Lilian Tintori, María Corina Machado y Henry Ramos Allup, unidos, diciéndole al país en una sola voz éste es el camino que traza la MUD para el cambio”.
La fotografía, en este momento, no es más que un deseo. Es una esperanza de esa persona que me escribe, es un deseo mío y de millones de venezolanos demócratas. No hay tiempo que perder, por cierto para que la dirigencia de la alternativa democrática se siente a dialogar cara a cara y le presente al país la hoja de ruta democrática para salir de la grave crisis económica y social en la que estamos inmersos.
Ya basta de que Capriles diga que el camino es el referendo revocatorio, que Ramos Allup abogue por la enmienda, que Voluntad Popular diga que la vía es la asamblea nacional constituyente o que María Corina sostenga que debemos presionar por la renuncia. No es tiempo para estrategias aisladas, por mejor que cada una sea presentada. Es hora, dirigencia política de la MUD, de que haya una vía, un solo camino fruto del consenso y la discusión. El país lo reclama con urgencia.
No se trata sólo de buenas voluntades, por cierto. La MUD (y todos los referentes políticos que en ella participan) corren el riesgo de ser barridos por la crisis. No sólo el chavismo podría ser derrotado por el deseo del cambio que palpita en Venezuela. También pueden perder la conexión con el pueblo aquellos que debiendo responder a la urgencia del momento terminen ahogados en la inacción y la dispersión. La MUD debe articular una opción viable para llevar a Venezuela adelante. La fotografía de unidad y consenso tiene que dejar de ser deseo y pasar a ser real en breve.
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