El taco desquiciante de César González, asistencia de lujo que remató con furia, solvencia y certeza el juvenil Antonio Romero para el 3-2 definitivo del Deportivo Lara sobre Carabobo FC el sábado por la noche en el Metropolitano de Cabudare, arrancó elogios a granel, pero el jugador caraqueño, un día después, cabeza fría, brinda el crédito de la victoria al trabajo grupal hechos los ajustes necesarios.
Para él (González), la situación es clara: “Estoy bastante contento, pero creo que aquí lo que cuenta es el trabajo que hizo el grupo, el cambio anímico que tuvimos del primer tiempo al segundo, los goles llegaron más por errores nuestros que virtudes del rival porque estábamos respaldando de otra manera, pero gracias a Dios lo supimos corregir en el segundo tiempo y eso fue lo que nos dio ese triunfo tan importante para nosotros, sabemos que son clásicos y agradecido con Dios por haber sumado de a tres en casa que es importante para seguir haciéndonos fuertes”.
El caraqueño, metido siempre en zona de volantes, de acuerdo al reporte de prensa de los rojinegros, esperó pacientemente su oportunidad y ahora la disfruta al máximo, “… el profesor (Rafael Dudamel) me utilizaba de cambio y me comentaba que tuviera tranquilidad porque la oportunidad me iba a llegar y gracias a Dios se dio y desde ahí en Lara he tenido un gran crecimiento”, explicó.
Aprovechó la oportunidad el volante para otear el panorama que se avecina en el Apertura, además de justificar lo sucedido frente a los carabobeños en la jornada del sábado: “la verdad que esos partidos hay que ganarse sí o sí, si quieres estar peleando en los primeros puestos. Yo creo que ya dimos un gran paso, ahora nos toca enfrentar a un gran equipo como Anzoátegui en casa que juega bien pero por ahí la cancha es buena para los dos y en canchas así jugamos muy bien”.