La justicia belga acusó el viernes al gigante bancario suizo UBS de presuntas actividades de blanqueo de dinero y de «fraudes fiscales graves y organizados» por haber incitado a sus clientes a evadir impuestos.
«El banco suizo es sospechoso de haber contactado directamente con clientes belgas (sin pasar por su filial en Bélgica) con el objetivo de incitarlos a suscribir productos de evasión fiscal», precisó la Fiscalía en un comunicado emitido en Bruselas.
El acta de acusación señala presuntas actividades de «blanqueo de dinero, acciones ilegales como la intermediación financiera en Bélgica y fraudes fiscales graves y organizados».
En un mail enviado en respuesta a una consulta de la AFP, un portavoz de UBS indicó haber «tomado nota de artículos de prensa» sobre la apertura de un proceso en su contra en Bélgica y aseguró que el banco «seguirá defendiéndose con vigor contra acusaciones infundadas».
En 2014, el jefe de la filial belga de UBS, Marcel Bruehwiler, de nacionalidad suiza, fue detenido en Bruselas por sospechas de lavado de dinero y fraude fiscal.
Responsables belgas señalaban en ese entonces que la investigación apuntaba a cuentas secretas en Suiza, en las que ricos ciudadanos belgas habían depositado miles de millones de euros.
El comunicado emitido este viernes por la Fiscalía belga destaca que la nueva inculpación «fue posibilitada por una excelente cooperación con las autoridades francesas, en el marco de una comisión rogatoria».
La justicia francesa impuso la semana pasada una fianza récord a UBS, en espera de un eventual juicio por la presunta implicación del banco suizo y de su filial francesa en esquemas de blanqueo de dinero y de fraude fiscal entre 2004 y 2012.
UBS se encuentra confrontada a acusaciones similares en varios países, entre ellos Estados Unidos, donde las autoridades sospechan que ayudó a clientes estadounidenses a disimular sus activos y sus ingresos ante el fisco.