El Trujillanos FC saltará sin complejos al terreno de juego esta noche, al recibir en su casa, el estadio José Alberto Pérez de Valera, al River Plate argentino, actual campeón de la Copa Libertadores, con la idea de neutralizar su juego y mandarlo de vuelta a su país con las manos vacías, en regreso al certamen continental, después de 21 años.
El desafío está programado para iniciar a las 8 y 15 de la noche en Valera, con el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano. Ambos clubes marcan su estreno en la justa copera de este año.
Sao Paulo (Brasil) y The Strongest (Bolivia), los otros integrantes del grupo 1, ya hicieron su debut, con victoria para el último 0-1, lo que le sirvió para acomodarse en el liderato de entrada.
Trujillanos, que cumple su segunda experiencia en Libertadores después de haber participado en 1995, buscará escudarse en su conocida fortaleza en condición de local -solo tres derrotas desde 2015- para contener a un club argentino de mucho renombre, que, sin embargo, llega a suelo andino con sus filas mermadas, por las ausencias de Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández, Leonel Vangioni, Andrés D’Alessandro y Eder Álvarez Balanta, situación que obligará al técnico Marcelo Gallardo a colocar un equipo con varios suplentes.
“No es poca cosa, es el campeón de América, digan lo que digan, pero nosotros vamos con todo nuestro orgullo, porque de local somos difíciles”, aseguró Horacio Matuszyczk, entrenador argentino que vive en Venezuela desde hace tres décadas y cumple el sueño de enfrentar como técnico a uno de los grandes de su país de origen.
“Hoy más que nunca el equipo está comprometido, estoy seguro que haremos cosas importante en este semestre. Nosotros queremos hacer una buena Copa para darle una gran alegría al fanático que siempre está pendiente”, adicionó el DT, que dirige a Trujillanos desde hace año y medio y lo hizo campeón en el torneo Apertura 2014.
El conjunto amarillo y marrón llega al duelo contra el llamado cuadro millonario en plenitud de condiciones, visto el buen momento que atraviesa, producto de cuatro triunfos y un empate en seis partidos, para ocupar la segunda plaza en el torneo local, a solo un punto del líder Zamora. Claro está, el nivel de exigencia en Libertadores es mucho mayor y se ve incrementado con la calidad y trayectoria del rival, razón por la cual debe jugar un partido casi perfecto, sin fisuras en defensa.
Es, sin duda, un punto clave, toda vez que, pese al buen inicio en el campeonato local, no ha sido del todo categórico en su área defensiva, al punto que tiene seis tantos recibidos en igual número de salidas. De lo que pueda hacer en defensa dependerá que salga con un buen botín de su estadio, sin olvidar que debe sacar máximo provecho a las oportunidades frente al arco rival, que, se intuye, no van a ser muchas.
River Plate domina ampliamente el historial frente a los conjuntos venezolanos -nada novedoso-, con 14 triunfos en 16 partidos, pero la última vez que enfrentó a un club criollo la pasó muy mal, porque sufrió par de derrotas, ante Caracas, en la edición de 2007.
Desde luego, mucho tiempo ha pasado y la actual es una plantilla del club argentino es muy distinta, pero queda el mensaje de que no hay imposibles y por más que se trate de un grande ya se le ha ganado.
