Las tensiones entre Grecia y Austria llevaron este jueves al extremo la crisis de los migrantes en la Unión Europea, el mismo día en que los 28 intentaron de nuevo en Bruselas evitar una crisis humanitaria inminente.
Grecia está acusada por sus socios, principalmente Austria, de no hacer lo suficiente para controlar su frontera por donde cada día entran miles de refugiados a la UE. Pero el gobierno de Atenas respondió este jueves con contundencia a las críticas durante la reunión de los ministros del Interior.
«Austria nos trata como enemigos», dijo el ministro griego Yannis Mouzalas frente a sus homólogos, según una fuente diplomática. En paralelo el gobierno de Atenas anunció que llamaba a consultas a su embajadora en Viena.
«Grecia no aceptará convertirse en el Líbano de Europa», advirtió Mouzalas, en referencia a este país donde los refugiados sirios ya representan el 25% de la población.
El gobierno de Atenas se siente cada vez más sólo dentro de la UE. Desde enero, 102.000 migrantes han entrado en el país por el Mediterráneo, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Además el plan para repartir a los refugiados que llegan a Grecia entre todos los países de la UE tarda en ponerse en marcha y hasta ahora sólo 600 han sido relocalizados de los 160.000 previstos en los próximos dos años.
Tampoco ayuda a Grecia la decisión de la vecina Macedonia de rechazar la entrada en su territorio a los afganos y de pedir a sirios e iraquíes sus documentos de identidad.
Este jueves miles de ellos seguían caminando por las carreteras griegas en dirección a Macedonia. El gobierno griego decidió limitar el número de autocares para no agravar todavía más la masificación en el puesto fronterizo de Idomeni.
«Gran crisis humanitaria»
La UE también pide explicaciones a Austria y Eslovenia, así como a Macedonia y Serbia (dos países que no forman parte de la UE), por su políticas en la frontera que han creado el «atasco» de refugiados en Grecia.
«No podemos continuar actuando con acciones unilaterales, bilaterales o trilaterales» dijo el comisario europeo en la materia, Dimitris Avramopoulos, y rechazó la política de algunos países de dejar pasar a los migrantes sin acogerlos ni expulsarlos. «La posibilidad de una gran crisis humanitaria es muy real, muy cercana», advirtió.