Al fortalecerse la aspiración de Donald Trump a la nominación republicana, los rivales del empresario millonario tendrán una oportunidad más para enfrentarse al favorito en un debate antes de las votaciones del Súper Martes de la próxima semana.
La situación es probablemente más seria para los otros precandidatos republicanos de lo que quieren que crean los votantes. Sin embargo, los senadores Marco Rubio y Ted Cruz han mostrado hasta ahora poco deseo de enfrentarse a la estrella de la televisión reality.
Eso debe cambiar la noche del jueves en Houston.
«La extensa y apabullante mayoría de los republicanos no quieren que Donald Trump sea nuestro nominado», Rubio le dijo a la televisora NBC, al sugerir que Trump sólo gana porque los otros candidatos se dividen a la mayoría del electorado.
«Aún hay tiempo, pero no mucho», dijo Liz Mair, operativa republicana que dirige uno de los movimientos anti Trump. «La estrategia de ignorar al favorito no funciona. Cruz y Rubio deben hacer equipo para causarle problemas a Trump».
Trump ganó las asambleas partidarias de Nevada el martes con poco más del 45% de los votos, lo que le dio su tercera victoria consecutiva en las primarias con un estilo dominante. Rubio superó a Cruz por segunda ocasión consecutiva, con el gobernador de Ohio, John Kasich, y el neurocirujano retirado, Ben Carson, muy atrás en la carrera.