El receptor Francisco Cervelli quiere consolidarse como uno de los mejores receptores defensivos de las Grandes ligas, luego de cumplir su primera temporada a tiempo completo como titular con Piratas de Pittsburgh.
El criollo llegó antes de los previsto a los campos de entrenamiento de los bucaneros para llegar mejor preparado al inicio de la temporada.
Uno de los objetivos de Cervelli es familiarizarse con los serpentineros Jon Niese y Ryan Vogelsong, quienes llegaron a la organización durante la temporada muerta.
Los dos abridores están proyectados para ocupar los dos últimos puestos de la rotación de un equipo que luce como contendor en la Liga Nacional.
“Siempre quiero mejorar”, dijo el catcher al Tribune Review. “Quiero ganar un Guante de Oro. Creo que si ese tipo de cosas pasan, el equipo será mucho mejor”.
En 2015, Cervelli tuvo su mejor temporada ofensiva, al conectar .295, el cuarto mejor promedio entre los caretas de las Mayores.
En el costado defensivo, apenas cometió siete errores, la segunda cifra más baja en el viejo circuito.
Además, el criollo es considerado uno de los mejores para llamar el juego, según analizan los lanzadores con los que ha trabajado a lo largo de su carrera.
Cervelli admitió que en ocasiones es traicionado por su agresividad en el terreno y por eso trata de mantener la calma durante los juegos para no apresurarse en algunas jugadas y exponer su físico.
“Mi adrenalina es alta mientras estoy en el terreno. Eso forma parte de mi personalidad”, dijo el carabobeño de 29 años.
“Pero me he dado cuenta que cuando estás relajado y haces las cosas con calma, tienes más tiempo para pensar, reaccionar y lograr mejores resultados con los pitchers. Enfrentarme a (Yadier) Molina fue un sueño porque siempre ha sido uno de mis ídolos”.
Cervelli espera estar a la altura durante su segunda campaña con los Piratas. En 2015, estableció una marca personal con 128 encuentros disputados detrás del plato.
“Después de eso todavía estaba adolorido. Fue la primera vez en mi carrera en la recibo durante tanto tiempo y me gustó”, puntualizó Cervelli.
“No me quejo cuando recibo golpes. Es parte del trabajo. He sido golpeado muchas veces. Ahora, todavía más porque soy regular. Si puedo pararme y seguir, soy feliz”.
El valenciano tiene un largo historial de lesiones, sin embargo, en 2015 pudo mantenerse saludable y espera que esa condición se mantenga este año.
Cervelli tiene una motivación adicional, ya que al finalizar la temporada podría convertirse en agente libre, aunque se especula que el equipo tiene interés en mantenerlo.