La zona franca panameña, la mayor de América Latina, está atravesando una grave crisis, en parte por problemas con Venezuela y Colombia, dijo este miércoles el ministro de Comercio e Industrias de Panamá, Augusto Arosemena.
«El paciente (la Zona Libre de Colón) está en coma porque las reexportaciones han ido bajando y algunas empresas han cerrado», dijo Arosemena en rueda de periodistas.
«Colombia y Venezuela eran de los principales mercados de la Zona Libre, así que en gran parte (la crisis) se atribuye a la situación que ellos tienen» con Panamá, añadió Arosemena.
La zona franca, ubicada en la ciudad caribeña de Colón (norte), atraviesa desde 2012 una considerable baja en sus actividades, por lo que los empresarios han pedido al gobierno que le reduzca algunos impuestos y tasas para seguir operando.
La Asociación de Usuarios de esa zona franca informó hace días que en enero de este año cerraron un total de 55 empresas, mientras que en 2015 fueron 155 las compañías clausuradas, con miles de puestos de trabajo perdidos en los dos últimos años.
Cifras de la Contraloría de Panamá indican que el movimiento comercial entre enero y noviembre de 2015 fue de 20.272 millones de dólares, 2.300 millones menos (un 10%) en comparación con el mismo período de 2014.
Parte de la crisis se debe a que los empresarios venezolanos no pueden pagar porque tienen dificultades para obtener dólares en su país, con un rígido control cambiario desde 2003, y cuya moneda (el bolívar) ha sufrido distintas devaluaciones.
El año pasado algunas fuentes panameñas situaron esa deuda con los empresarios de la Zona Libre por encima de los 1.000 millones de dólares.
Por otra parte, Colombia estableció hace años un arancel sobre productos textiles, prendas de vestir y calzado procedentes de Panamá, en especial de la zona franca de Colón, lo que ha disminuido las ventas.
Muchos de esos productos proceden de países asiáticos, como China, y posteriormente son re-exportados desde la zona franca panameña a Colombia.
Panamá llevó el caso a la Organización Mundial de Comercio, que terminó por darle la razón al fallar que un arancel colombiano a las importaciones textiles y calzado de Panamá no es compatible con el Acuerdo General de Aranceles Aduanero y Comercio (GATT), aunque el gobierno colombiano apeló.
Según Arosemena, el gobierno panameño trabaja en un paquete de medidas -que no detalló- para reavivar esa zona francaM; uno de los pilares de la economía del país.
«Los números de los primeros meses del año no son alentadores tampoco», lamentó Arosemena, quien llamó a los empresarios de la zona franca a diversificar su mercado y a «reinventarse».
«Estamos aguantando lo que podemos, pero en general todos estamos viendo hacia dónde nos vamos, qué negocio hacemos», dijo el mes pasado Marcos Téllez, según el diario La Prensa.
«La situación se está poniendo más complicada cada día», añadió Téllez.