El presidente Barack Obama propuso cerrar «de una vez por todas» el centro de detención estadounidense localizado en la bahía de Guantánamo, Cuba, y transferir los detenidos que quedan a una instalación en Estados Unidos, pero su plan no especificó dónde.
El mandatario afirmó que a pesar de los importantes obstáculos políticos y la oposición en el Congreso, está haciendo un último esfuerzo por cerrar la prisión.
«No deseo pasar este problema al siguiente mandatario, sin importar quién sea ¿Nos vamos a quedar detenidos otros 15 años?», dijo en un mensaje que dio desde la Casa Blanca. «Mantener esta instalación abierta es contrario a nuestros valores. Mina nuestra posición en el mundo y es vista como una mancha en nuestro amplio récord manteniendo los más altos estándares del estado de derecho».
La propuesta de Obama evita la polémica cuestión de dónde estará ubicada la nueva prisión y si el presidente debe completar el cierre antes de dejar el cargo.
El plan, que fue solicitado por el Congreso, expone argumentos financieros para cerrar el polémico centro de detención. Las autoridades dicen que los 475 millones de dólares gastados en la construcción al final serán compensados con los 180 millones anuales ahorrados en gastos operativos.
La propuesta es parte del último esfuerzo de Obama para cumplir una promesa de campaña hecha en 2008 y persuadir a los legisladores a permitir que el Departamento de Defensa mueva a casi 60 detenidos a Estados Unidos, pero con pocos detalles, la propuesta posiblemente sólo antagonice a los legisladores que en repetidas ocasiones han aprobado leyes que impiden cualquier esfuerzo por mover a los detenidos a Estados Unidos.
Funcionarios dicen que el plan considera, aunque no nombra, 13 diferentes lugares en Estados Unidos, incluso siete prisiones ya existentes en Colorado, South Carolina y Kansas, además de otras seis instalaciones en bases militares. Dijeron que el plan no recomienda un sitio en particular y que el estimado en gastos busca ser un punto de partida para la conversación con el Congreso.
Actualmente hay 91 detenidos en Guantánamo y de ellos, 35, serán transferidos este verano. El resto enfrenta juicio militar o se ha determinado que son demasiado peligrosos pero no enfrentan cargos. Algunos no pueden ser acusados por falta de evidencias y otros están en detención indefinida bajo las leyes internacionales bélicas.
En su punto álgido, en 2003, había casi 680 prisioneros; y 245 para cuando Obama llegó a la Casa Blanca.