Los trastornos que aparecen con mayor frecuencia a lo largo de la vida, son los trastornos depresivos: 26,23% (12,98% en el último año; a continuación, los Trastornos de Ansiedad: el 17,48% y el 12,91%, respectivamente. La prevalencia de la Esquizofrenia es del 1,02%. (Ministerio de Sanidad y Consumo. Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. 2010).
No es demasiado arriesgado concluir que el principal problema existencial que afecta hoy a nuestros conciudadanos (en el mundo capitalista) es una cuestión de sentido, es decir, un problema no del ámbito de lo material, sino en el ámbito de la existencia cotidiana, de la auto-realización personal, y del cumplimiento con las expectativas fijadas por la sociedad, tanto en el plano laboral, como en el personal.
En el mundo actual unas quinientas mil personas se quitan intencionalmente la vida anualmente, una cifra parecida muere por accidentes automovilísticos. Mueren anualmente más de tres millones de personas por vicios de cigarro, alcohol, accidentes de tránsito (en muchos casos profundamente relacionado). Entre los principales factores de riesgo que inciden en la conducta suicida tenemos:
•Mujeres menores de 35 años, hombres mayores de 40.
•Separación, divorcio o muerte del cónyuge.
•Pérdida inminente de un ser querido.
•La soledad y el aislamiento social.
•Problemas económicos, paro, reciente o jubilación.
•Mala salud.
•Ocupación de alto estatus.
•Depresión.
•Enfermedad terminal.
•Problemas con alcohol y drogas.
•Historia familiar de trastornos afectivos, suicidio, alcoholismo.
Durante los últimos 50 años, como promedio, la esperanza de vida al nacer aumentó casi 20 años a nivel mundial, de 46,5 años en 1950-1955 a 65,2 años en el 2002. No obstante, este indicador tiene contrastes; la esperanza de vida al nacer para las mujeres de los países desarrollados pasó a situarse en 78 años, mientras que para los hombres del África subsahariana disminuyó a 46 años, debido principalmente a la epidemia de VIH/SIDA.
En el 2007, de 58 millones de defunciones registradas en todo el mundo, 7,6 millones se debieron al cáncer. Más del 70 % de todas las muertes por cáncer se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde los recursos disponibles para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad son limitados o inexistentes.
Catorce millones de personas mueren por enfermedades infecciosas y parasitarias; el 90 % de ellas viven en países pobres. Las enfermedades infecciosas que más contribuyen a la mortalidad en estos países son las diarreas, las infecciones respiratorias agudas, la tuberculosis, las enfermedades transmitidas por vectores (principalmente malaria, dengue y la enfermedad de Chagas),
Según muchos investigadores, gran parte de los síntomas como los dolores de cabeza, fatiga, problemas gastrointestinales, debilitamiento del sistema inmunitario y hasta perturbaciones de orden sexual, que surgen sin relación directa con una patología concreta, ocurren como consecuencia de nuestro estilo de vida «moderno». Tales disfunciones pueden desencadenar posteriormente enfermedades como artritis, alergias, obesidad, problemas de piel (acné), cáncer, afecciones cardiovasculares, entre otras. (Revista Sentidos, primavera de 2006. Lisboa).