La señora Yadira Marín, junto a sus vecinas, están angustiadas por el hecho de que la alcaldía de Palavecino y la gobernación del estado Lara, no les han cumplido con respecto a las peticiones de mantenimiento del parque 24 de la urbanización El Paraíso.
“Yo tengo casi 30 años aquí y no ha habido autoridad alguna que le meta la mano a esta comunidad. Cuando Barrera era candidato, vino prometió arreglar el parquecito para los niños, abrazo a una abuela, pero todo quedó en promesas, no ha hecho” me dijo Yadira.
La verdad es que fui a ver el estado del parque y eso lo que da es lástima. Los más pequeños de la casa no tienen una atracción en el espacio, que aparte de todo, está lleno de la basura del monte que han cortado y como el aseo urbano solo pasa una vez a la semana, solo se lleva las bolsas que están frente a las casas.
Las vecinas están cansadas de esperar una ayuda con el ente municipal y comentan que cada alcalde nuevo que llega a Palavecino es peor que el otro, cuando lo que en verdad quieren es una mejora.
“Nosotros le decimos a Barreras el alcalde pinturita, porque lo que hace es pintar el centro de la ciudad y de las comunidades ni pendiente, fíjese como están las paredes al final del parque, todas peladas y sucias” comentó Fanny Orellana.
Por si fueran pocos estos problemas, caminar por este espacio se complica, porque las aceras están levantadas, dejando un hueco enorme por debajo de estas placas de cemento que en cualquier momento pudiera ceder y lesionar a alguien.
Los racionamientos de luz y agua, no son ajenos en esta comunidad que pareciera que le cayeron las siete plagas de Egipto. Un día sí y otro no, es la forma en que llega el servicio hidráulico, mientras que el suministro de electricidad es suspendido en horas de la madrugada.
“Con los racionamientos de agua y de luz, el recibo viene más caro, entonces uno va a reclamar el costo y lo que le dicen a uno es que pague primero para ellos tomar la denuncia, pero lo que hacen es darle largas al asunto y no resuelven absolutamente nada” manifestó Ana de Pereira.
Ante todas estas adversidades, los habitantes de este “paraíso” arruinado esperan que las autoridades puedan rectificar y comenzar a buscar soluciones.