En el marco de los dos años del encarcelamiento de Leopoldo López, el premio Nobel de la Paz, Oscar Arias junto a la hija de Desmond Tutu y los abogados Juan Carlos Gutiérrez, Carlos Ayala, Alberto Arteaga y Carolina Jiménez, de Amnistía Internacional, condenaron las violaciones de derechos humanos y el irrespeto de las libertades democráticas en el país, además de ratificar que en Venezuela se utiliza la justicia para perseguir a la disidencia.
«Nosotros quienes decimos que queremos establecer una sociedad de derechos humanos, no podemos construir esa sociedad sobre la deshumanización de aquellos que son nuestros oponentes. No hay manera de construir una sociedad justa sobre la injusticia, de construir una sociedad pacífica sobre la base de la violencia, de construir un mundo de derechos humanos sobre la base de la deshumanización de otros. Quienes están en silencio frente a la injusticia sufrirán las consecuencias. Nosotros somos llamados a ser valientes, a ser sabios, somos llamados en tiempos de crisis a encontrar el valor, la compasión, a que la sociedad que construimos sea una sociedad basada completamente en el reconocimiento de la humanidad de todos los miembros de nuestra sociedad sin importar su raza, etnia, religión o ideologías. Nosotros somos llamados los que construyen puentes», expresó Naomi Tutu.
El premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, señaló que una sociedad debe cumplir con la consolidación de la democracia, el respeto al estado de Derecho y la lucha contra la corrupción para considerarse libre.
«El único sistema político verdaderamente compatible con la expresión constante de las libertades, es la lucha por los derechos humanos y la democracia. No se requiere hacer grandes esfuerzos para reconocer que nuestras democracias tienen el riesgo de volver al pasado, si no resguardan sus frágiles instituciones.
Esa fragilidad se vuelve más vulnerable en los países latinoamericanos si no se respeta el Estado de Derecho y si no luchamos contra los altos grados de corrupción en nuestros aparatos estatales».
En ese sentido, Arias destacó la importancia de respetar los derechos humanos y la disidencia. «La liberación de los presos políticos es el único ticket con el que Venezuela puede ser considerada una sociedad libre.
Una vez más quiero denunciar la violación a los derechos humanos que se corresponde a la existencia de los presos políticos en Venezuela. Una situación que viene revestida de una falsa legitimidad. De todos los males en los que un demócrata puede incurrir, ninguno es más cruel que guardar silencio cuando se debe hablar sin temor».
El proceso judicial
El abogado defensor de Leopoldo López, Juan Carlos Gutiérrez, explicó que las características del juicio del líder político es un ejemplo de lo que no debe ser la justicia y agregó: «Este proceso judicial se convirtió en un ejercicio constante de violación de derechos humanos.
Leopoldo López se entregó el 18 de febrero con honor para demostrar frente a la comunidad nacional e internacional cómo funciona el sistema de justicia venezolano.
No queda duda del desapego a la legalidad de este proceso en contra de Leopoldo López. Estoy seguro de que la realidad que ha enfrentado Leopoldo López es lo que permitirá la transformación y del cambio que Venezuela necesita».
Una justicia política
El abogado Carlos Ayala rechazó que en Venezuela se manipule la justicia para fines políticos. «Los derechos humanos en la Venezuela, la situación no es igual a las situaciones que han sufrido otros países hermanos. Todo el trabajo de los activistas de derechos humanos, de documentar, reclamar y llevar a conocer los casos, tiene sus resultados en una conciencia que es al final lo que puede mover los cambios. La falta de justicia y la manipulación de esa justicia es la que ha causado una serie de violaciones a los derechos de las personas».
Mensaje de fortaleza
Por su parte, el abogado Alberto Arteaga, envió un mensaje de apoyo a la familia de López. «A Leopoldo López como amigo, al luchador, al activista político, al preso político, víctima de la injusticia penal venezolana, solidario con su esposa Lilian, luchadora social, a su madre Antonieta, sus hijos Manuela y Leopoldo y su padre, mi mensaje no es otro que uniéndome a los que están y no aquí, es un mensaje de fortaleza, de continuidad en la noche, que no desmayen en los propósitos de cambio».
Presos de conciencia
Carolina Jiménez, representante de Amnistía Internacional para Venezuela, explicó las razones por las cuales López y Rosmit Mantilla son considerados presos de conciencia.
«López, uno de los casos más emblemáticos de la persecución política en el país en los últimos años, quien ha sido condenado de forma injusta y arbitraria a 13 años y 9 meses de prisión. Leopoldo es un líder político y por eso el juicio está motivado políticamente. Amnistía Internacional considera que los cargos contra Leopoldo López no han sido fundamentados y que la pena de prisión a la cual ha sido condenado, es por motivos políticos, Leopoldo López es un preso de conciencia. Desde Amnistía Internacional advierte que la injusta privación de libertad es una injusticia en Venezuela pero es una amenaza a la justicia de cualquier lugar del mundo, por esta razón desde Amnistía Internacional, queremos asegurarle a las familias de Rosmit Mantilla, de Leopoldo López y de las víctimas de violaciones de derechos humanos en Venezuela, que aquí nos quedamos, que les acompañaremos en esa lucha difícil, dura, pero necesaria y que estaremos con ustedes el día en el que vamos a celebrar la libertad».
Así mismo, agregó que «un prisionero de conciencia no usa la violencia física ni implícita ni explicita, no incita al odio.
Existen muchos políticos o personas comunes que son prisioneros de conciencia por solo pensar distinto.
En Venezuela, primera vez que se declara en el país un preso de conciencia y es lamentable que hoy tengan dos, Rosmit Mantilla y Leopoldo López, son el reflejo de la injusticia como forma de hacer política, Rosmit, luchador por los derechos de la comunidad LGTBI, próximo a cumplir dos años preso.
Amnistía Internacional considera que no existe ninguna evidencia que vincule con los cargos, las acusaciones contra Rosmit Mantilla son infundadas y tienen una motivación política, es un preso de conciencia».