El gobierno estadounidense debe retirar la orden para que Apple ayude al FBI a abrir el iPhone usado por uno de los atacantes de la masacre de San Bernardino, California, dijo el lunes el director general Tim Cook a empleados.
El mensaje enviado por correo y titulado «Gracias por su apoyo», está acompañado de un cuestionario online que reitera que muchos de los comentarios que Cook hizo en una carta abierta luego de recibir la orden de un juez la semana pasada. El mensaje a su personal también minimiza varias aseveraciones clave que hizo el gobierno al presentar la orden el viernes, incluyendo la mención de que la compañía está actuando por interés empresarial diciendo que no cooperaría con la investigación que hace el FBI sobre el tiroteo en California ocurrido el 2 de diciembre.
Las declaraciones de Apple y su director general cierran una semana de declaraciones y documentos entregados a la corte que involucran al Departamento de Justicia, el FBI y Apple después de que un juez federal ordenó a la empresa abrir sus protocolos de seguridad para ayudar a las autoridades federales a investigar el ataque en San Bernardino.
La batalla legal dio paso a un debate sobre los alcances del gobierno, privacidad, derechos digitales, seguridad pública y la seguridad relacionada con los ataques de diciembre.
El iPhone que está en manos de las autoridades fue usado por Syed Farook, quien junto con su esposa Tashfeen Malik, mataron a 14 personas en ese atentado.
En la carta que envió a su personal, Cook dice que la empresa no «tiene tolerancia o simpatía por los terroristas» y cree que al acatar la orden del juez sería ilegítimo, ampliar los poderes del gobierno, y establecería un peligroso antecedente que en esencia crearía una puerta trasera a la encriptación de los iPhone.