Los anuncios oficiales fueron de expectativas y no de soluciones, porque si se analizan a fondo estas son sustentadas en el incremento de recursos fiscales los cuales saldrán única y exclusivamente del bolsillo de los venezolanos.
Dicho pronunciamiento fue realizado por el presidente de la Red de Defensa del Trabajo, la Propiedad y La Constitución, quien explicó que los referidos ajustes fiscales van a tener efectos directos en los costos del transporte y los productos.
«Es evidente que los ajustes fiscales y cambiarios van a tener efectos en los costos del transporte y productos, ya que los nuevos precios del dólar para importar y del combustible ocasionarán un incremento entre 150% y 400% de buena parte de los productos que consumimos. Esto significa que al compararlo con la capacidad adquisitiva del salario mínimo y cestaticket del mes de febrero 2016, estimamos que tendrá una desmejora de hasta un 40% en los próximos meses en términos reales lo cual significa que los aumentos se convierten en sal y agua, teniendo efectos desbastadores en la capacidad de consumo de las familias venezolanas», sentenció.
Precisó que según la proyección que manejan los investigadores del área económica, la canasta alimentaria para el mes de abril de 2016 se ubicará por encima de los 100 mil bolívares.
«Esto nos indica que los niveles de pobreza seguirán aumentando, así como de mayores dificultades para adquirir los alimentos esenciales como: carne, pollo, pescado, quesos, margarinas, pastas, caraotas, etc. Ya que son los productos que tendrán mayores aumentos de precios», sostuvo.
El también ex presidente de Fedecámaras, también alertó que el esquema de motores presentado por el ejecutivo nacional, tampoco aporta soluciones concretas para la crisis.
«Las siembras del ciclo de invierno por ejemplo, que se realizan su mayoría entre el 20 de abril y 30 de mayo, aun no se observan las mecanizaciones y acondicionamiento de tierras para los 3 millones de hectáreas, necesarias para alcanzar una producción conveniente de alimentos. Lo más urgente que resolver son los anuncios de los gremios de que no hay repuestos para reparar tractores y equipos necesarios para las labores de siembra. Así como manifiestan su preocupación por no tener las cantidades necesarias de agroquímicos y fertilizantes para garantizar su éxito», explicó.
Afirmó que el gobierno al dejar un dólar a Bs 10, escogió seguir importando en vez de estimular la producción nacional.
