El 20 de febrero de 1979 a través del decreto 3.087, publicado en la Gaceta Oficial 31.681, nace la Unexpo y con ella uno de los modelos educativos universitarios de mayor éxito en el país, considerada como un ejemplo de integración y descentralización que según la historia, sentó las bases para posteriores integraciones como ocurrió en los institutos pedagógicos del país, agrupados para convertirse también en universidad.
Rita Elena Áñez, rectora de la Unexpo, se enorgullece al formar parte de una institución que celebra 37 años de creada y 25 de restituida, hechos que desde su perspectiva representan la reafirmación y pertinencia del proyecto educativo que se propuso en Venezuela, a finales de la década de los 70.
El primer rector
Iván Olaizola D’ Alessandro figura como el primer Rector de esta importante universidad venezolana, además de ser uno de los luchadores activos para el logro de la integración de los politécnicos, por lo cual afirma con certeza, que la Unexpo fue creada con una visión de manejo autónomo, para evitar la penetración de los intereses de cualquier posición política, además del desarrollo de un trabajo de formación e investigación basado en la excelencia académica.
Explicó que su aporte en las luchas de creación, se centró en dirigir la comisión nacional que promovió el proyecto.
“Pasamos mucho trabajo porque inicialmente en 1979 se creó la universidad y luego por situaciones de orden político se derogó el Decreto que aprobaba la Unexpo. Nos vimos en la necesidad de demandar la acción y doce años después, en 1991, fue restituida. Nos reincorporamos a las actividades y creo que una de las tareas fundamentales fue vestir jurídicamente la universidad, porque no tenía estatuto y era indispensable dar estructura al reglamento general de la universidad, crear normas parciales, consejos universitario, consultivo, los vicerrectorados y el cuerpo administrativo que necesita cualquier institución”, relata Olaizola, agregando que la meta se cumplió, pues se logró conformar los estatutos de universidad que permitieron la autonomía plena, desarrollando elecciones de autoridades que son validadas por una comisión electoral y no por el ente ministerial.
Olaizola enalteció la labor ejecutada por la comisión conformada por Amael Castellanos, en Barquisimeto; Luis Cárdenas, en Puerto Ordaz y Carlos Lara, en Luis Caballero Mejías, asegurando que no fue fácil el proceso de transición, ya que muchos no entendían la necesidad del cambio.
“Costaba trabajo que comprendieran que los mecanismos eran internos y no mediante el Ministerio de Educación”, enfatizó.
El papel de los estudiantes
Olaizaola cuenta que durante su gestión como rector, instauró la rotación de los lugares para desarrollar los consejos universitarios, como una herramienta para que la gente sintiera que la Unexpo era su universidad, además de permitir al rector la cercanía con cada Vicerrectorado.
Enfatizó que en esta casa de estudios superiores debe predominar la democracia, que es sinónimo de respeto y tolerancia, razón por la cual no caben los enemigos, sino los competidores.
“No podemos caer en atropellos, pues aquí no hay batallas, existen confrontaciones ideológicas de diferentes tipos, pero se pueden manejar de forma civilizada en las que es posible socializar”, detalló Olaizola enlazando la vida de la universidad con la situación país que se vive actualmente.
El rector fundador considera que los estudiantes son responsables de la sana convivencia dentro del recinto universitario y explica que tienen que relacionarse sin importar sus ideales para dar el ejemplo al país.
“Con sus acciones dirán: nosotros diferimos, pero podemos conversar, estudiar juntos, proyectar y ayudar. Ese es el gran mensaje que se le plantea actualmente a la juventud venezolana en general. Ellos son quienes deben unir fuerzas para que Venezuela se enrumbe hacia una democracia sana y un desarrollo cierto, en el cual se resuelvan los problemas graves”, dijo Iván Olaizola.
El primer rector valoró como positivo el sostenimiento de la calidad académica de la Unexpo, que le permite que sus egresados sean valorados en cualquier parte del mundo.
“El esfuerzo valió la pena, la universidad sigue viva porque seguimos avanzando”, concluyó Olaizola.